Son muy obvios, pero siempre conviene recordarlos: cerrar a cal y canto puertas y ventanas, no dejar llaves en el exterior, aparentar en lo posible que la casa esté habitada, pedir a alguien que recoja el correo…
Y algunas no tan obvias, como no dar a conocer detalles del viaje ni su duración en redes sociales o hacer un inventario de los objetos de valor.
Las recomendaciones de la Policía alcanzan hasta el sitio de las vacaciones: hay que vigilar las pertenencias en sitios públicos y evitar que terceros manejen el equipaje.
A los niños hay que apuntarles el teléfono de alguno de los padres y siempre viene bien que se aprendan la dirección del hotel.
«Y evitar los juegos de azar en la calle, ya que con toda probabilidad son un timo».