Mi marido ha estado en paro mucho tiempo. Él no ha ingresado un duro en casa porque todo lo invertía en su estudio de arquitectura, pero a él le deben muchísimo dinero
Lo seguirá pasando mal una larga temporada Cristina Cifuentes, porque su final político ha sido enormemente traumático, pero la vida continua (Joaquín Leguina: «El PP sabía lo de Cifuentes, como todos, y la llevaron al matadero»).
La ex presidenta de la Comunidad de Madrid ha renunciado este martes 8 de mayo de 2018 a su acta de diputada en la Asamblea de Madrid y se ha retirado de la política tras casi 30 años ocupando cargos públicos y orgánicos en el PP.
Ahora Cristina Cifuentes (53) inicia una nueva etapa en la que tendrá que explorar otras opciones laborales, con la intención de ganarse la vida.
Y es que con la decisión de abandonar su acta en la Asamblea, la ex política dejará de percibir los 3.503 euros brutos al mes de asignación. Una pérdida que se une a los 103.090 euros brutos anuales que recibía como presidenta de la Comunidad de Madrid.
«No tengo pisos, ni áticos, no tengo acciones, no tengo nada (…) En mi cuenta corriente debo de tener 900 euros. Soy una persona honrada que vive de su sueldo de funcionaria».
Eso afirmaba la por aquel entonces prometedora política del PP, hace unos años, con el estallido de la trama Púnica.
Estas declaraciones fueron confirmadas por un otro destacado dirigente popular, que aseguraba:
«mientras Paco (Granados) escondía maletines con un millón de euros en el altillo de la casa de sus suegros, Cristina vivía de alquiler en un piso del barrio de Malasaña».
En la actualidad, Cifuentes sigue residiendo allí junto a su marido y padre de sus dos hijos, el arquitecto Francisco Javier Viyuela, quien sufrió los efectos de la crisis, tal y como desveló la ex política en su conversación con Bertín Osborne:
«Mi marido ha estado en paro mucho tiempo. Él no ha ingresado un duro en casa porque todo lo invertía en su estudio de arquitectura, pero a él le deben muchísimo dinero».
Las dificultades económicas antes podían ser mitigadas en mayor o menor medida por sus ganancias, pero ahora, sin el colchón que aportaba su puesto en la Comunidad de Madrid, todo ha cambiado. Por ello, la ex presidenta madrileña explorará ahora las opciones laborales que se le presenten…y tiene dónde elegir.
Es abogada. Cifuentes se licenció en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid y es funcionaria del Cuerpo Técnico Superior. Por tanto, regresar a un bufete siempre es una alternativa a valorar. Si esta elección no le convence, hay más.
En el mundo audiovisual, que engloba televisión y radio, estarían encantados de contar con una mujer de tal carisma y con su gran don de palabra, valores más que apreciados en la pequeña pantalla…y en la ventana radiofónica. Experiencia no le falta, ya que se ha enfrentado a las cámaras cientos de veces en su larga trayectoria.
Cristina también ha destacado por ser una gran líder, con importantes dotes de mando, por lo que podría desempeñar algún cargo de responsabilidad. De hecho, en la década de los 90 dirigió con éxito el Colegio Mayor Universitario Miguel Antonio Caro.
Las alumnas, por aquella época, estaban encantadas con ella, si bien es cierto que dimitió tras una serie de misteriosos robos que las inquilinas del centro denunciaron.
Dice Jesús Manjón en Informalia que quizá la opción más sorprendente sería la que atañe al mundo de la moda.
Pase lo que pase y decida lo que decida, Cifuentes sabe que contará con el apoyo de su marido y sus dos hijos, Cristina y Javier, en quienes se ha refugiado en las últimas semanas y los que le aconsejarán en el próximo camino que decida tomar.
