Son el perfecto paradigma del catecismo comunista.
Los de Podemos cumplen esa máxima de ‘haced lo que digo, no lo que hago’ y con el tema de la explotación de los escoltas, a los que llegaron a convertir en algunos casos en meros sirvientes, como la que estaba trabajando para Irene Montero, el partido morado ha demostrado que eso de dar explicaciones o ser transparente no va con ellos.
Es más, ‘la marquesa de Galapagar‘ ha optado por echar tierra encima de este espinoso asunto de sus agentes de seguridad y poner de patitas en la calle a los dos responsables jurídicos de Podemos por ponerse a indagar sobre las irregularidades que se han producido con la contratación de los escoltas y, especialmente, su uso irregular para unas funciones para las que no estaban habilitados, contractualmente hablando.
Según informa Okdiario, se trata del delegado de Protección de Datos, José Manuel Calvente Redondo, y la oficial de Cumplimiento Normativo, Mónica Carmona Segura.
A Montero no le ha gustado un ápice que estos abogados, con un lustro de relación laboral con la formación de Pablo Iglesias, hayan querido ser más papistas que el Papa y fruto de esa honradez mostrada por estos dos juristas ha sido la decisión de ‘cortarles la cabeza’.