Por fin, tras retrasarla por motivos puramente políticos, Pedro Sánchez sube las pensiones.
En concreto, un 0,9%, lo que viene a representar una media de entre cuatro y seis euros mensuales por jubilado. Suena muy bien, pero y también será la mitad de la pactada entre el expresidente del Gobierno Mariano Rajoy y el PNV en abril de 2018 que fue de 1,6% de cara al año pasado y conforme al IPC de aquel año.
Según ha precisado el Ministerio de Seguridad Social, 11,1 millones de pensiones públicas se verán beneficiadas por este incremento, la subida se aplicará en la nómina de febrero que incluirá los atrasos del mes de enero y supondrá un coste anual añadido de 1.406 millones de euros.
Sin embargo, el Gobierno social-comunista no ha aprobado la señalada subida para los sueldos públicos que pactaron los representantes sindicales con el entonces ministro de Hacienda y Función Pública, Cristóbal Montoro, y, aunque ha sido preguntado específicamente por la fecha en la que se producirá la subida, Sánchez no ha querido responder.
«Tenemos 1.400 días por delante», ha apuntado el presidente del Gobierno, avanzando así que su compromiso e intención es completar los cuatro años de legislatura. «Paso a paso, va a haber buenas noticias».
Sánchez ha subrayado también que con la revalorización de las pensiones al nivel del IPC su Gobierno corrige «el techo del 0,25 %», que es la subida que la ley todavía vigente decreta en caso de déficit del sistema. Esto no quiere decir que se haya derogado ya esa norma, ha explicado el presidente, pero sí que uno de los objetivos prioritarios de Gobierno es hacerlo lo antes posible.
