Lo tremendo es que nos pilla con el Gobierno más inepto, irresponsable y sectario de nuestra Historia reciente.
Se confirmaron este 2 de abril de 2020 los peores augurios que cercaban al mercado laboral tras el estallido de la crisis sanitaria y económica provocada por el coronavirus.
La crisis del coronavirus y las vacilantes, improvisadas y siempre tardías medidas tomadas por Pedro Sánchez y sus ministros para hacer frente a la pandemia se cobraron el pasado mes de marzo hasta 833.979 empleos.
La cifra es la diferencia entre los trabajadores dados de alta en el sistema el último día del pasado mes de febrero (18.445.436) y los que siguieron el pasado martes 31 de marzo.
El peor día del mes fue el pasado día 16, dos después del decreto del estado de alarma, cuando se borraron del sistema más de 182.000 empleos.
Es una situación de emergencia nacional, según ha descrito la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz.
En términos de paro registrado, el Ministerio de Trabajo ha contabilizado un aumento de 302.000 personas. Es es el mayor incremento de la serie estadística y supera el aumento de 200.000 que se produjo en el mes de enero de 2009, que hasta ahora figuraba como el más negro en la historia del mercado laboral español.
Son cifras que recogen sólo parcialmente la emergencia nacional descrita por Díaz porque no reflejan el impacto en el mercado laboral a través de los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) especialmente adaptados a la crisis. Estos trabajadores, que el Gobierno no ha incluido formalmente en su balance del impacto del COVID-19 sobre el mercado laboral, tienen suspendido el empleo por lo que no contabilizan como bajas.
LA TRAMPA DE LOS ERTE
El número de ERTE gestionados por el Servicio Público e Empleo Estatal (SEPE) alcanzó en marzo los 9.760 expedientes y las comunidades autónomas han tramitado ya 246.335 expedientes.
Estos ERTE afectan a un total de 620.000 personas.
La clave está en que este volumen de trabajadores ni se descuenta de la cifra de afiliación al seguir dados de alta -por la figura jurídica del ERTE- ni pasan a engrosar las listas del paro.
Por lo tanto, si se sustraen los 620.000 empleados afectados por ERTE de la caída de afiliación, está no sería de casi 900.000 personas si no que rondaría los 1,5 millones de afectados.
EL DRAMA DE LOS AUTÓNOMOS
Solo 400.000 autónomos se ha acogido a la prestación extraordinaria por cese de actividad, lo que significa que la gran mayoría está sin red, pagando los 300 euros de cotización a la Seguridad Social y haciendo frente desde este mes a sus pagos impositivos.
En apenas dos semanas, la ineptitud del Gabinete PSOE-Podemos frente al coronavirus ha arrasado con cerca de un millón de empleos, una sangría que puede ser solo un aperitivo si no se toman medidas de urgencia, serias, meditadas y, sobre todo, consesuadas con las empresas, que son las que generan empleo.
LAS CIFRAS OFICIALES
El mes de marzo deja un incremento de 302.265 nuevos demandantes de empleo que han pasado a engrosar las listas del paro respecto al mes de febrero, lo que supone un aumento del 9,31%.
Mientras, a 31 de marzo, el número de personas afiliadas a la Seguridad Social fue de 18.445.436, lo que supone que hasta ese día el sistema perdió 833.979 afiliados.
El total de desempleados, computando esta subida por el impacto de la crisis sanitaria, se sitúa en 3.548.312.
Además, debido al impacto del COVID-19, en términos desestacionalizados, el número de inscritos ha aumentado en 311.037 personas en marzo respecto al mes anterior.
En cuanto al dato medio mensual de afiliación a la Seguridad Social (el que se facilita habitualmente), el descenso en 243.469 afiliados es el segundo en la serie histórica de marzo, solo se constata otro dato negativo en 2009 (-54.489).
En 2019 en ese mismo periodo se incorporaron 155.104 ocupados.
El dato con el efecto calendario corregido muestra una caída media de 415.800 afiliados, un dato significativo y que rompe una tendencia que se ha mantenido en positivo desde noviembre de 2013 (-17.072).