Segundo día consecutivo que el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) está desconectado.
Y la sensación entre trabajadores y pequeños empresarios es que el Gobierno socialcomunista está riéndose de desempleados, autónomos y todo el que tiene su futuro en el alero en estos trágicos momentos.
Los mensajes de los afectados, son tremendos:
- «Claro así amoldan las cifras del paro, de los ertes, y de las altas a su antojo».
- «Me gustaría saber si Fiscalía podría actuar de oficio al no permitir q los trabajadores accedan a su derecho de precaución por desempleo».
- «En oficinas fichas no atienden. El teléfono no contesta y telematicamente algún lumbreras mal intencionado siguiendo los dictados de algún coletas ha desenchufado».
- «Indignante…. trabajadores sin poder pedir la prestación».
- «Ya sabíamos que, como buenos podemitas, venían a dejar su impronta en todo aquello que pudieran gestionar».
La redacción de Periodista Digital se ha llenado la mañana del 23 de abril de 2020, como ocurrió la víspera, de infinidad de llamadas quejándose amargamente de la impericia mostrada por el organismo adscrito al Ministerio de Trabajo, el que lleva de manera torticera y chapucera la podemita Yolanda Díaz, esta responsable a la que parece que le hace mucha gracia lo de los ERTE cuando le preguntan por los mismos.
Carlos Herrera ha criticado este viernes, además de los nefastos datos de desempleo del mes de marzo, la ridícula a la ministra de Trabajo Yolanda Díaz -responsable directa del SEPE– por su forma infantil de dar los datos del paro y cómo intentaba explicar a los periodistas, según ella, que los acogidos a un ERTE no son desempleados.
«Esta situación la tiene que pilotar un Gobierno que está convencido de que puede hablar a los españoles como adolescentes mentales. Yo no soy quién pero le aconsejaría a la ministra de Trabajo que borrara un poco la sonrisa que sobra en estos momentos con diez mil muertos y casi un millón de nuevos parados».
La ministra de Trabajo dijo lo siguiente durante su comparecencia:
«Observo que hay mucha dificultad en el entendimiento de qué son ERTEs. Voy a intentar explicarlo. Los ERTEs no son parados. Los hemos hecho para no destruir empleo. Es una especie de dique para no destruir empleo. A ver si soy capaz de explicarlo porque luego muchos periodistas lo preguntan. Yo creo que los niños y las niñas van a saber ya muy bien qué es un ERTE».
Resulta que muchos empresarios y afectados por despidos y expedientes de regulación temporal de empleo se han chocado esta jornada contra un muro de hormigón cuando han ido a la web del SEPE, concretamente a la sede electrónica, y el mensaje era claro y contundente, que el acceso estaba deshabilitado temporalmente. Punto pelota.
Cuando las cifras de desempleo han arrojado los peores de la historia de España desde que existen estadísticas oficiales, llegan los torpes podemitas del SEPE y, en vez de buscar soluciones en previsión de que la página pudiera sufrir un lógico colapso, han preferido tentar a la suerte y acabar por pedirle al personal, como bien reflejase hace décadas Larra, que volviese mañana.
NO ES ASUNTO MENOR LA CAÍDA DE LA SEDE ELECTRÓNICA
Para algún que otro chupatintas del SEPE esto de la caída de la web es algo normal y a lo sumo se limitaban a pedirle paciencia al personal.
El problema es cuando urge solicitar por parte de un empresario los ERTE y debe adjuntarse una documentación ingente. Uno de los afectados comentaba a Periodista Digital lo siguiente:
Es una puta vergüenza. No podemos mandar datos de los trabajadores ni certificados ni la mierda esa de solicitud colectiva que se han inventado. No se puede tramitar nada.
Y lo afecta a empresarios, también lo podemos aplicar a los pequeños autónomos o a los propios trabajadores que también se las han visto y deseado para acceder a la solicitud de las ayudas que les corresponden tras el cese de su actividad.
MÉTODOS DE AL CAPONE: «TE VAMOS A HACER INSPECCIONES MENSUALES»
Peor es aún a aquellos empresarios que han pedido acogerse a los ERTE y que, directamente, el Ministerio de Trabajo ha rechazado sin tan siquiera haber leído las causas alegadas.
Imagínense, por ejemplo, una clínica dental. Con las medidas básicas que hay que seguir en este estado de alarma para evitar contagios, obviamente no se puede mantener abierto un centro de esas características y muchos de ellos han optado po, si bien no despedir a la plantilla, pero sí por pedir un ERTE.
Sin embargo, al dueño de un centro odontológico que solicitó un ERTE porque, entre otras razones ya no disponía siquiera de mascarillas, guantes y equipos de protección para trabajar, dado que tuvo que entregarlos a la sanidad pública, le sucedió una historia más propia de la época de la mafia italiana o de los Chicago años 30, con Al Capone de protagonista:
Este empresario recibió una llamada desde un número oculto del Ministerio de Trabajo donde quien llamó se presentó como un funcionario del ministerio, y en un tolo chulesco y amenazante le comunicó que el ERTE estaba rechazado, que no lo iban ni a mirar y que si recurría iba a tener una inspección mensual durante los próximos cuatro años.
Para rematar la amenaza es que se trataba de órdenes de arriba y que si necesitaba dinero que pidiera un crédito.
Así que quienes no sean dueños de restaurantes, bares, cafeterías, comercios al por menor o actividades expresamente en el Real Decreto del Estado de Alarma, van a tener que sustantivar las peticiones de ERTE con mil y un argumentos que, siendo irrefutables, es posible que no sirvan de mucho pues igual ni son leídos.
El consejo que este afectado da a otros empresarios que se encuentran en la misma situación es que «hay que aportar todos los datos que acrediten la imposibilidad de abrir. Igual hay argumentos que pueden parecer absurdos, pero deben de incorporarse a la petición».