Anda Juan Carlos Monedero más histérico que una mona con paperas. El cofundador de Podemos, monaguillo de Pablo Iglesias, tiene ya casi 60 años pero sigue jugando al adolescente revoltoso. En todos los ámbitos, incluido el judicial, donde este 15 de marzo de 2021 protagonizó una patética actuación y mintió como un bellaco.
«¿Neurona ha sido su único cliente en 2018, porque la factura es la número uno?», pregunta el juez al imputado Monedero.
El de Podemos responde: «Señoría, como usted puede ver en los correos adjuntados, yo estoy desarrollando la factura y no sé si iba a ser para el 1 de enero. Estaba casi seguro que sí, por las fechas en la me estaba poniendo en contacto con ellos».
La contestación del colega de Iglesias al magistrado Juan José Escalonilla, que investiga el caso Neurona, es significativa y demuestra hasta qué punto el dirigente podemita trata de justificar con medias verdades y mentiras manifiestas lo que es una evidente irregularidad.
El juez insiste, al no quedar satisfecho con la respuesta: «¿Pero usted no tiene otro cliente que no sea Neurona?».
Monedero matiza:
«Sí, por eso le digo que en la factura pone 2018 pero realmente iba a ser la primera en 2019. De hecho al final terminé facturando el 13 de enero y, por eso, es la misma factura. No me considero habilidoso. Déjeme insistirle en los argumentos que demuestran la buena voluntad y buena fe»
La presuntuosa contestación de Monedero, investigado por un presunto delito de malversación tras detectar la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) una factura fake presentada por el ideólogo de Podemos para justificar el cobro de 26.200 euros de Neurona, no despeja su horizonte penal por mucho que presentara a última hora documentos que supuestamente demuestran que la factura no era falsa.
Las partes personadas en el procedimiento no han podido estudiar dicho material antes del interrogatorio para formular sus correspondientes preguntas, por lo que los abogados de la acusación han solicitado que se le vuelva a citar a Monedero por mala fe procesal.
En suma, Monedero, que reconoció que emitiendo facturas no es «habilidoso», recurrió al circunloquio para no aclarar -será porque no puede- las dudas de la Policía, que sospecha que la factura pudo crearse ad hoc para justificar el pago de la consultora mexicana.
Como nauncia Teresa Gómez en OKdiario: ‘Continuará‘.