Gabilondo, Mónica 'Pistolera' y un atribulado Iglesias se abrazan a UGT y CCOO como su última bala ante las elecciones de Madrid

El Gobierno PSOE-Podemos, como hacía Franco, preside la marcha sindical del 1 de Mayo

Por primera vez desde la muerte de Franco, 7 ministros -incluida la de Trabajo- acuden a una manifestación sindical que pide el voto para la izquierda y ataca abiertamente a Díaz Ayuso

El Gobierno PSOE-Podemos, como hacía Franco, preside la marcha sindical del 1 de Mayo
Miembros del Gobierno PSOE-Podemos, como hacía Franco, presiden la marcha sindical del 1 de Mayo. PD

El cachondeo en redes sociales es antológico, porque es lo mismo que hacía el Generalísimo Franco, cuando había sindicatos ‘verticales‘ y en España no se movía una hoja sin que él lo supervisara desde El Pardo.

A menos de tres días de las elecciones autonómicas madrileñas del 4-M, el Gobierno PSOE-Podemos y sus candidatos se abrazan desesperados a UGT y CCOO y presiden la demostración sindical del 1 de Mayo, como hacía regularmente el dictador.

Hubo poca asistencia, porque los sindicatos están muy desprestigiados, pero lo han intentado y allí estaban por los menos siete ministros, disfrazados con pañuelos rojos, abrazándose a los ‘obreros‘ que en teoría protestaban contra el Gobierno, pero en realidad le pedían más subvenciones.

Entre los ‘liberados‘ que llevan décadas sin pegar chapa y siguen cobrando, destacaba la presencia de Yolanda Díaz, vicepresidenta tercera y ministra de Trabajo.

Incluso, ha estado acompañada por su hija en las inmediaciones de la manifestación.

Se trata de la primera vez que el titular de esta cartera asiste a una convocatoria como ésta en la que, teóricamente, los sindicatos dirigen sus proclamas al ministro que tiene en su poder la resolución de los problemas del mercado laboral.

También asistieron José Luis Ábalos, ministro de Transportes; José Manuel Rodríguez Uribes, ministro de Cultura y Deporte; Carmen Calvo, vicepresidenta primera y ministra de Presidencia; Irene Montero, ministra de Igualdad; y la nueva ministra de Asuntos Sociales, Ione Belarra. De coña.

Ha sido el más escaso, politizado y electoralista 1 de Mayo de los últimos años.

Con la vista puesta en las elecciones que el próximo martes se celebrarán en la Comunidad de Madrid, y a ver si pillaban algo, que falta les va a hacer, acudieron los candidatos de la izquierda: Ángel Gabilondo, Pablo Iglesias y Mónica García.

Iglesias se ha dado un efusivo abrazo con Unai Sordo, secretario general de CCOO y con Yolanda Díaz, momentos antes de iniciarse la marcha hacia la Puerta del Sol.

Y con el paso de los minutos se han ido sumando al acto Mónica García, de Más Madrid; el socialista Ángel Gabilondo y Adriana Lastra, vicesecretaria general del PSOE.

Iglesias y Gabilondo iban casi de la ‘manita’ en la manifestación, por lo que habrán tenido tiempo suficiente para hablar de posibles pactos postelectorales.

A pesar de que el lema de este 1 de Mayo«Ahora toca cumplir»– parecía un mensaje al Gobierno Sánchez, la reunión fue otro mitin electoral encaminado a pedir el voto para los partidos de izquierda.

«La mejor vacuna contra la extrema derecha es rehacer un contrato social para el siglo XXI», proclamaba Unai Sordo, secretario general de CCOO nada más comenzar la rueda de prensa.

«Hay que impedir que las miserias morales de la extrema derecha no convenzan a los más deteriorados de que su problema no es la distribución de la riqueza, sino que su problema son los más pobres, los inmigrantes o los niños no acompañados».

Tras él, tomaba la palabra el líder de UGT, Pepe Álvarez, que dio un lametón a Pedro Sánchez: «Este primero de mayo tiene que servir para que el Gobierno reciba el calor de los trabajadores».

A pesar del ambiente, los ‘liberados‘ sindicales tuvieron que responder a las preguntas de algunos periodistas, que cuestionaban tanto sus proclamas, como la presencia de ministros y candidatos de la izquierda en la manifestación de este Día Internacional del Trabajador, y lo hicieron con tanta caradura como incomodidad.

«Los sindicatos en España tenemos una legitimidad democrática y somos organizaciones con una clara vocación sociopolítica -se justificaba el secretario general de CCOO-. En esta campaña nos estamos jugando cuestiones muy importantes para los trabajadores y a nadie se le escapa la dimensión estatal, por tanto, es absolutamente normal que opinemos y que nos mojemos».

Pepe Álvarez, fiel a su estilo, siguió con el masaje a Sánchez: «honra a los ministros y ministras acudan a la manifestación, porque esta es una fiesta que nace de la izquierda, que no aparece por casualidad, no es el corpus».

Como no podía ser de otra manera, y para ganarse el sueldo, casi todos participaron en el ataque sin cuartel a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, a la que llegaron a calificar de «miserable» e «indecente«.

La manifestación ha partió de la Plaza de Neptuno de la capital y terminó en la Puerta del Sol, frente a la sede del Gobierno de la Comunidad de Madrid presidido por la popular Ayuso.

Tras leer un manifiesto en defensa de los trabajadores, el líder de CCOO, Unai Sordo, ha vuelto a demostrar el objetivo de este 1º de Mayo: «Ni un voto trabajador para quien nos odia, para quien no quiere a la clase trabajadora».

El aturullado Gabilondo, ya en cuesta abajo, tampoco dudo en utilizar esta celebración como si de un mitin más se tratase y reivindicó la celebración de este Día Internacional del Trabajo frente a la «precariedad y el desempleo» que, según ha dicho, genera la «derecha madrileña«.

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