Juan Bravo Baena, nuevo responsable económico del PP, lo tiene muy claro:
«Sánchez nos va a dejar una herencia complicada como Zapatero. Esto se pone feo».
El dirigente popular considera que «puede haber déficit escondido en el Estado», porque el Gobierno «no es transparente» y denuncia sin cortarse un pelo la siniestra práctica, llevada al paroxismo por Pedro Sánchez, consistente asaltar instituciones y colocar en ellas, con sueldos de ensueño, a amigos, parientes y camaradas de partido.
La lista de amigos a los que Sánchez ha sabido recompensar es interminable y va desde su propio hermano a su colega inseparable de la infancia, pasando por exjefes de prensa a colegas.
El nombramiento de Maritcha Ruiz Mateos, su ex jefa de comunicación, como presidenta del Hipódromo de la Zarzuela con un sueldo de 120.000 euros, ha sido la última de sus colocaciones pero, desde luego, no la única.
La proclividad del líder del PSOE para encontrar puesto a sus fieles va más allá de sus aliados de partido y, es que, -como escribe Raquel Tejero en El Debate- ‘la familia es lo primero’.
Por eso, en 2017, Sánchez decidió que su hermano era el candidato perfecto para ocupar el puesto de coordinador de actividades de conservatorios musicales del Área de Cultura de la diputación de Badajoz. Se enfrentó a 10 candidatos por esta plaza, y todos, a excepción de él, tenían algún vínculo con Extremadura. El cargo traía consigo una nómina de 45.389 euros anuales. Tres años después, David Sánchez pidió una excedencia para disfrutar de un año sabático.
Una de las decisiones más criticadas del presidente fue el nombramiento de Dolores Delgado como Fiscal general del Estado después de haber sido su ministra de Justicia. Su colocación no solo fue afeada por la oposición, sino que los propios jueces no tardaron en reflejar lo inapropiado de la situación.
En julio de 2022, la fiscal decidió renunciar al cargo aludiendo a las hernias discales de las que sufre. Su sustitución no contentó a nadie, ya que su salida supuso la entrada de Álvaro García Ortiz que se vio como un cambio menor al estar este también vinculado al PSOE.
Después de ser secretario de organización del PSOE entre los años 2012 y 2014 y secretario general del partido en Castilla y León, además de senador socialista, Óscar López se convirtió en presidente de la red nacional de Paradores. Fue a la llegada de Pedro Sánchez a la presidencia del Gobierno y hasta julio del año 2021 donde se convirtió en jefe de Gabinete de Presidencia.
En el año 2020, el presidente consejero delegado de Paradores, Óscar López, percibió un salario de 156.103 euros brutos y una retribución variable de 35.810 euros. Con su sustituto al volver al lado del líder socialista, se nombró a Pedro Saura, el que fue número dos del ex ministro de Transportes, José Luis Ábalos.
Después de ocupar la secretaría de Estado de Transportes durante el Gobierno Zapatero, Isaías Táboas se convirtió, gracias a la mano de Sánchez, en el nuevo presidente de Renfe con un sueldo cercano a los 160.000 euros anuales. Táboas lleva en esta posición desde el verano del año 2018.
Las últimas semanas no han sido fáciles para el miembro del PSOE sobre el que han caído fuertes críticas por las frecuentes averías del recién estrenado Alvia de Extremadura. Juan Manuel Serrano fue nombrado presidente de Correos también en verano del año 2018. Lo hizo después de haber ejercido como jefe de gabinete de la Comisión Ejecutiva Federal socialista y apoyar a Sánchez desde años antes en su guerra interna en la formación.
En el año 2020, Serrano llegó a cobrar casi 200.000 euros por el desempeño de su labor al frente de Correos.
Las críticas en su nombramiento surgieron, además de por lo evidente, por su desconocimiento en el sector postal. Serrano es ingeniero técnico informático y ocupó durante años la gerencia de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP).
En junio del año 2020, Sánchez eligió a José Ignacio Carnicero, su amigo de la infancia como director general de Agenda Urbana y Arquitectura, un cargo de nueva creación dependiente del Ministerio de Transportes. Carnicero es el mejor amigo del presidente. Tanto es así que se conocen desde los nueve años cuando compartían colegio.
Desde 2020, Carnicero disfruta de un salario de 90.000 euros mientras la oposición clamaba por el dedazo de Sánchez.
El presidente del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) es otro de los casos más criticados y conocidos.
Tezanos presume de una vida vinculada al PSOE y así lo ha sido. Concretamente, desde el año 1980 cuando se convirtió en secretario de formación de la Ejecutiva del PSOE.
Tezanos fue elegido en verano en 2018 para dirigir el centro que maneja, entre otros asuntos, los barómetros electorales. Los números del CIS han ido apodados desde entonces como la «cocina de Tezanos».
El presidente del centro profesa auténtica devoción por Sánchez del que llegó a decir que la gente le envidia por «ser más alto y agraciado».