Otra vuelta de tuerca con la que asfixiarlos
Zapatero decidió el viernes modificar el sistema de pensiones y alargar la edad de jubilación. Al no haber hecho ninguna reforma en seis años, recurre ahora a las ocurrencias de última hora para que no le quiebre el sistema en las manos.
Lleva la edad de jubilación hasta los 67 años. Puede que sea una medida necesaria, principalmente porque no podemos desperdiciar tanto talento humano, pero especialmente urgente sería lograr que profesionales con 50 años pudiesen seguir desarrollando su labor y compartiendo su experiencia con los más jóvenes.
Recurre a esto porque es incapaz de parar la destrucción de empleo y, mucho menos, de crear un puesto de trabajo. Se niega a rebajar las cotizaciones sociales y corre a parchear una vez más, cuando debería abordarse una reforma profunda en el marco del Pacto de Toledo. También parece que pretende eliminar ciertas pensiones de viudedad y de orfandad, también sin analizar los distintos casos en el citado pacto.
Y, en su afán recaudatorio, pretende que los autónomos no puedan acogerse a cotizaciones mínimas, sino que les obliga a elevarlas. Otra vuelta de tuerca con la que asfixiarlos. Y todo ello porque su política hunde las cotizaciones a la Seguridad Social, lleva el nivel de paro a casi 4,5 millones de desempleados y destruye empleo –sólo la Comunidad de Madrid, presidida por Esperanza Aguirre, consigue crear empleo en unas cifras considerables, con 16.100 nuevos puestos de trabajo–.
Tanto decir los socialistas que el PP iba a rebajar las pensiones –¿recuerdan a González en aquel debate con Aznar en 1993?– y resulta que lo hacen ellos, tanto a futuro como en la nómina de este año, donde cobran menos cada mes, amén de la subida de impuestos que les restará poder adquisitivo. Es Zapatero el antisocial. Es el cazador cazado.
NOTA.- Este artículo fue originalmente publicado por La Gaceta.
VERDAD MENTIRA