Viajes Marsans aseguró este viernes que pagará su deuda con la naviera italiana Grimaldi, que ronda entre 70.000 y 75.000 euros, el próximo lunes, según confirmó a Europa Press el presidente del grupo, Gonzalo Pascual.
«Con Grimaldi no habrá ningún problema, se les paga y punto», declaró Pascual restando así trascendencia a la deuda que mantiene con el grupo transalpino y que, insistió, es «muy pequeña».
La crucerista italiana ha instado un concurso de acreedores contra Viajes Marsans, propiedad del grupo del presidente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, y de su socio, Gonzalo Pascual, en el juzgado de lo Mercantil número 12 de Madrid, según avanzó ‘Expansión’.
Con respecto a la deuda de Viajes Marsans con la cadena catalana Hotusa, Pascual señaló que ha habido «ciertas diferencias» que se están «subsanando» y que atribuyó a incidencias comerciales propias entre empresas.
«A Hotusa se le han pagado cantidades muy importantes últimamente», apuntó Pascual, para incidir en que estos problemas están «en vías de solución».
La noticia se produce un día después de que el Congreso revocara el contrato con Viajes Marsans, la agencia con la que tiene contratada la gestión de los viajes de sus diputados, y tras la retirada por parte de la Asociación Internacional del Transporte Aéreo (IATA) de la licencia para vender billetes de avión. La Cámara Baja decidió abrir un nuevo concurso tras tener constancia de que la cadena hotelera catalana había denunciado al grupo por impago en sus alojamientos.
En cuanto al aval de 20 millones de euros que la IATA exige al grupo Marsans para la licencia de venta de billetes, Pascual señaló que la compañía «todavía no ha presentado» a sus bancos acreedores la solicitud de un nuevo crédito y que está buscando financiación por «otras vías».
Díaz Ferrán y su socio lograron el mes pasado un crédito de 30 millones de euros con ocho de las 18 entidades acreedoras del grupo, además de la aportación de 14 millones de euros por parte del accionariado de Viajes Marsans. La compañía indicó entonces que destinaría los 44 millones a la campaña anual de su ‘joya de la corona’, que parece pierde fuelle.
«Hemos puesto una denuncia a la IATA y en función de qué medidas cautelares adopte el juez actuaremos», concluyó Pascual.
En su demanda, presentada el pasado miércoles en el Juzgado de lo Mercantil número 12 de Madrid, Marsans alega que dicha decisión es «injusta y desproporcionada», al no haber «en ningún momento incumplido con ninguno de sus compromisos de pago».
