La vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Economía y Hacienda, Elena Salgado, afirmó este miércoles que la presión de los mercados obliga ahora a los países más endeudados como España, Portugal o Grecia a dar prioridad a la consolidación fiscal aunque «sacrifique» el crecimiento a corto plazo.
«Estas medidas de austeridad, en el corto plazo, sin ninguna duda van a afectar al crecimiento de la zona euro», explicó Salgado en una comparecencia ante la comisión de Asuntos Económicos de la Eurocámara en su calidad de presidenta de turno del Ecofin.
No obstante, resaltó que «en este momento, y ahí sí que tiene importancia lo que ha sucedido en los mercados financieros, la balanza en muchos países se está inclinando hacia la reducción del déficit aunque eso sacrifique las posibilidades de crecimiento en el corto plazo». Ello contrasta con la decisión de 2009 de mantener los estímulos fiscales para acelerar la recuperación económica.
«Algunos países vamos a tener que hacerlo de esa manera porque no tenemos ya más espacio de maniobra fiscal. Y evidentemente ese espacio de maniobra fiscal viene definido también por lo que los mercados piensan de nosotros, en primer lugar, y por lo endeudado que esté un país, no sólo la deuda pública sino también la deuda privada», apuntó la vicepresidenta económica.
Salgado ya anunció este martes que el Gobierno revisará a la baja en unas décimas la previsión de crecimiento para 2011, que es del 1,8% del PIB, para tener en cuenta las medidas de ajuste adicionales adoptadas a petición de la UE. Pero dijo que este plan no afectará al pronóstico para este año, que es de una contracción del 0,3%.
«El adoptar medidas de austeridad que reducen el déficit reduce el crecimiento, pero mucho más se reduciría todavía el crecimiento si hubiera que pagar unos intereses exorbitantes sobre esa financiación que los países más endeudados necesitamos, tanto en el sector público como en el privado», justificó la vicepresidenta económica.
En todo caso, defendió, tal y como ha propuesto la Comisión, que haya un «tratamiento diferenciado» para los países de la eurozona. Así, los países que tengan todavía espacio fiscal «no deben reducir su déficit de manera acelerada» porque «siguiendo incrementando su demanda contribuirán también a que los otros países puedan salir de esta situación».
Salgado puso también como ejemplo del cambio de escenario la evolución del euro durante los últimos meses. «A primeros de año estábamos preocupados en la zona euro por lo que estimábamos que era una sobrevaloración del euro. En este momento estamos preocupados por exactamente lo contrario. Y eso cuando parecía que la crisis empezábamos a dejarla atrás», afirmó.
