El secretario de la sección sindical de UGT en la planta de General Motors (GM) España, ubicada en la localidad zaragozana de Figueruelas, y representante de los trabajadores de la misma en el Comité europeo, Pedro Bona, consideró que la propuesta del plan de ahorro de la compañía, presentado en Europa y que incluye una reducción de costes anual de 265 millones de euros es «muy positiva» porque se condiciona a «hechos realizados».
En declaraciones a Europa Press, Bona indicó que el plan supone la constitución de una sociedad fiduciaria con el dinero obtenido del ahorro de las plantas y gestionada por los propios trabajadores.
La empresa sólo tendría acceso a ella si lleva a cabo los proyectos comprometidos en el plan, un total de cinco, entre los que se encuentra el lanzamiento de un nuevo vehículo, internamente llamado Junior, que podría fabricarse en Figueruelas o en Eisenach (Alemania).
Esta entrada de la empresa sólo en caso de que realice los proyectos comprometidos supone, para Bona, que la propuesta sea «muy positiva porque está condicionada a hechos realizados», explicó. Por otra parte, puntualizó que «no es un principio de acuerdo, sino una propuesta que se presentó al Comité el pasado miércoles», si bien «podría llegar a serlo».
Para ello, se ha convocado una conferencia telefónica el próximo martes, 25 de mayo, en la que cada planta dará su opinión al respecto, por lo que consideró que «Alemania debería haber esperado a este momento para hacer público el principio de acuerdo».
Por lo que respecta a la contribución de la fábrica zaragozana al plan, deberá aportar 25,8 millones anuales de ahorro, incluidos en el convenio colectivo firmado el pasado mes de abril «con la suma de los costos que se han hecho ya, con asuntos como los expedientes de regulación de empleo y la congelación salarial de 2009 y 2010».
Sobre la fabricación del nuevo vehículo Junior en Eisenach (Alemania) o en Figueruelas, Bona precisó que la plataforma del vehículo, de tipo Gamma (pequeña), «sólo está» en ambas plantas y el hecho de que se fabrique en una u otra «nos preocupa poco porque las dos factorías saldrían ganando con la decisión ya que hay un compromiso de reparto de producción entre ambas (70 por ciento para la española y 30 por ciento para la germana)», sostuvo.
