El presidente de la Asociación Nacional de Vendedores de Vehículos a Motor (Ganvam), Juan Antonio Sánchez Torres, advirtió este viernes de que la subida del IVA a partir del 1 de julio supondrá un encarecimiento medio del precio de los coches de entre 400 y 450 euros, a los que hay que añadir la supresión de las ayudas públicas del Plan 2000E para la compra de vehículos.
En un comunicado, el responsable de Ganvam aseguró que esto podría suponer un sobrecoste de hasta 2.500 euros para los automovilistas que decidan comprarse un coche a partir del mes de julio.
Sánchez Torres señaló que la subida del IVA ha llevado a los automovilistas a adelantar sus compras al primer semestre del año, por lo que el sector corre el «grave riesgo» de que a partir del verano se desplomen las ventas, con una pérdida media de 150.000 unidades en el segundo semestre.
En este sentido, el presidente de Ganvam recordó que las visitas a los concesionarios cayeron en torno a un 70% en la segunda quincena de junio.
Por otro lado, los vendedores de vehículos reconocen desconocer cómo reaccionarán a esta subida, si trasladándola «irremediablemente» al consumidor o tratando de asumirla a través de descuentos.
Ganvam teme que la «muerte prematura» del Plan 2000E vuelva a colocar a los concesionarios en una situación «dramática» y que pueden verse abocados al cierre de sus negocios. Ganvam estima que alrededor del 10% de los concesionarios y compraventas han cesado en sus negocios desde que se desatara la crisis, lo que ha supuesto la pérdida de cerca de 30.000 puestos de trabajo.
Según Sánchez Torres, «la contribución del sector del automóvil a las arcas públicas sería mucho mayor con una renovación del Plan 2000E antes que con la subida de dos puntos del IVA prevista por el Gobierno».
