El Consejo de Ministros aprueba este viernes un decreto ley para reformar la legislación de las Cajas de Ahorros, que permitirá a estas entidades emitir cuotas participativas para captar capital en una cuantía no superior el 50% de su patrimonio.
Además, estas entidades si lo desean podrán convertirse en fundaciones y abandonar su condición de cajas de ahorros.
La puesta en marcha de esta reforma coincide con la finalización del proceso de reestructuración que se ha realizado a través del Frob, y que ha reducido de manera considerable el número de entidades financieras.
La idea que maneja el Gobierno es un régimen de cuotas participativas para facilitar el acceso a los inversores privados. Además, se reconocen los derechos políticos de las cuotas de manera proporcional a su representación en el capital de la entidad.
Los cambios que traerá la nueva Ley de Cajas se adoptan preservando su función social y los intereses de las cajas, así como asegurando su capitalización en igualdad de condiciones que el resto de las entidades financieras.
Respecto a la profesionalización de sus órganos de gobierno, el decreto ley establece la incompatibilidad de los cargos electos para ser miembros de los órganos de gobierno de las cajas e impide la participación de representantes de la Administración Ejecutiva.
Según el Gobierno, el objetivo de esta reforma es mantener la eficiencia y solvencia del sistema financiero y que las entidades, especialmente las cajas, se adapten a los nuevos retos del mercado.