El sindicato UGT consideró que la huelga convocada en Marsans entre las 11.00 y las 15.00 horas de este jueves «ha sido totalmente secundada» en todo el país, y estimó en unos 900 los asistentes a la manifestación realizada ante la sede de la CEOE de Madrid, cifra que representa «en torno al 90% de los trabajadores del grupo en la capital».
La marcha partió alrededor de las 12.00 horas de la madrileña estación de metro de Diego de León en dirección a la sede de la patronal, situada en la misma calle, bajo pancartas con lemas como ‘Ferrán y Pascual: ¡dad la cara!’, ‘Los trabajadores del grupo Marsans exigimos solución’ y ‘Díaz Ferrán, terrorista empresarial’.
El responsable de servicios turísticos de UGT, Alfredo Herranz, afirmó que pese a la reciente venta de Marsans al grupo Possibilitum Business por parte del presidente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, y su socio, Gonzalo Pascual, «todo el mundo en la compañía está absolutamente convencido de que continúan siendo ellos quien mueven los hilos».
En este sentido, fuentes de CNT aseguraron que la operación «únicamente busca salvar su imagen política», ya que la verdadera intención es «dejar que la compañía se pudra, como ya hicieron con Air Comet, sin cumplir con sus responsabilidades».
«El que era el primer grupo del sector, Viajes Marsans, está ya muerto, porque lo que puedan dejar de ella será sólo una caricatura», añadieron estas mismas fuentes, que pusieron en duda la venta real de la compañía.
Por su parte, el secretario general de la Federación de Transportes, Comunicaciones y Mar de UGT, Miguel Angel Cilleros, denunció que actualmente la situación «no avanza nada», e incidió en que aunque Díaz Ferrán se mostrase dispuesto a enseñar las escrituras de venta del grupo «esa no sería la solución», pues «no cambiaría nada».
NOMINAS SIN PAGAR.
La Administración concursal confirmó hoy a Europa Press que ha autorizado el pago de parte de las nóminas de junio de los empleados del grupo, que serán abonadas entre hoy y mañana mediante «una cifra lineal», cobrando todos lo mismo independientemente de sus nóminas anteriores.
En este sentido, Herranz señaló que la cuantía que se destinará al pago de los salarios podría situarse «en torno a los 500.000 euros», una cifra «totalmente insuficiente», pues «la masa salarial de la compañía se sitúa en torno a los tres millones de euros».
«Aunque nos han comentado la posibilidad, aún no tenemos una confirmación oficial de la operación ni de su cuantía exacta, y desconocemos qué sistema se emplearía para el reparto del dinero», añadió el responsable sindical.
Sin embargo, continúa sin conocerse la fecha de presentación del ERE de la compañía, que según adelantó Possibilitum Business podría afectar a entre 1.179 y 1.479 empleos, lo que supondría entre el 56,7% y el 71% de su plantilla actual, a fin de hacer de Viajes Marsans «una empresa viable».
CONCENTRACIONES EN DIVERSAS CIUDADES.
Además de la manifestación de Madrid, esta mañana se han celebrado otras tres concentraciones convocadas por el sindicato UGT en diversos puntos de Barcelona, Santander y Sevilla.
En Barcelona, la protesta de unos 200 trabajadores del grupo comenzó frente al Palau de la Generalitat –Plaza de Sant Jaume– y culminó frente a la sede de la patronal Fomento del Trabajo, donde los trabajadores expresaron su malestar con consignas en defensa de su empleo y exigiendo el cobro de los salarios de junio.
Según explicó en declaraciones a Europa Press el presidente del comité en Barcelona, Federico Caballero (UGT), el ERE que prepara la compañía podría afectar al 67% de la plantilla de Viajes Marsans en Cataluña, que actualmente forman unas 180 personas. En total, Marsans, Viajes Crisol y Tiempo Libre Mundicolor emplean a 300 trabajadores en la comunidad.
UGT de Cataluña lamentó que los actuales propietarios de la compañía «solo piensen en sus intereses, como hicieron los anteriores, y sigan dejando pasar el tiempo sin solucionar el futuro de estas empresas, de sus plantillas o, al menos, sin buscar una salida digna y con derechos».
Por su parte, la plantilla del grupo en Cantabria, integrada ahora por 16 empleados de las ocho oficinas ubicadas en la región –seis de Marsans y dos de Crisol–, protestó frente a la sede de CEOE-Cepyme en Santander para exigir «información sobre la situación real de la empresa y un plan de futuro para todos sus trabajadores».
