El director financiero del Banco Popular, Jacobo González-Robatto, consideró hoy que el Gobierno ha adoptado medidas «sensatas» para luchar contra la crisis, pero advirtió de que el plan de recortes en infraestructuras tendrá efectos sobre el paro, y que «lo mejor» que puede pasar en el segundo semestre del año es que «no empeore» la situación económica.
En la presentación de los resultados de la entidad correspondientes al primer semestre, el director financiero estimó que España aún no ha salido de la crisis y descartó la posibilidad de una «gran mejora» en términos macroeconómicos durante la segunda mitad del año, sobre todo a la luz de las tendencias de consumo.
«Lo peor probablemente ha pasado en términos de PIB, parece que ya se ha tocado fondo, pero nos sigue preocupando mucho la situación económica. El consumo no tira», lo que tiene un efecto importante en la demanda interna, explicó el directivo, que atribuyó este comportamiento más ahorrador a una reacción colectiva a la situación de incertidumbre.
A la pregunta de si la banca tiene responsabilidad en la situación económica porque incentiva el ahorro de los clientes para captar pasivo y no impulsa el crédito, González-Robatto aseveró que las entidades financieras «no tienen ninguna culpa» y siguen dispuestas a conceder crédito. «Seguimos prestando y los decimos», recalcó.
En este sentido, recordó que el crédito a la clientela del Popular creció un 3,6% en tasa anual, y que si se excluyen del cálculo las hipotecas que se amortizan todos los años, el aumento de la concesión de crédito es muy superior a dicho porcentaje. Los depósitos de clientes aumentaron un 20,6% en el primer semestre.
No obstante, el director financiero reconoció que el crédito que se concede en la actualidad es «de mayor calidad» porque en el actual escenario, los bancos pueden ser más exigentes en materia de solvencia. «Antes era el cliente el que elegía los precios, ahora la balanza está un poco más a favor de la banca», especificó González Robatto.