El presidente estadounidense, Barack Obama, se enfrentó hoy a un grupo de votantes decepcionados que, en directo y por televisión, le increparon sobre dónde está el cambio político y la recuperación económica que prometía hace dos años.
«Estoy exhausta de defenderle, de defender a su Gobierno. Estoy realmente decepcionada de a dónde hemos ido a parar», dijo una mujer afroamericana, que se presentó como «consejera delegada (de una empresa), madre y veterana de guerra».
El presidente participó hoy en una reunión con votantes organizada por la cadena de televisión CNBC, en un programa en el que contestó tanto a las preguntas de los ciudadanos de a pie como de los periodistas de esa cadena, especializada en contenidos económicos.
El encuentro dio pie a que muchos ciudadanos le mostraran al presidente su desencanto con sus políticas, pero también para que Obama defendiera las medidas que ha puesto en marcha en estos dos años, y que permitirán «que las cosas vayan mejor».
«Sé que hay cosas que no están bien- dijo el presidente- pero nos estamos moviendo en la dirección correcta. Ese es mi objetivo», apuntó, tratando de pedir paciencia a los votantes que no ven resultados inmediatos en la política del Gobierno.
Obama ha intensificado en los últimos días sus apariciones públicas en un claro indicio de que se encuentra ya en campaña electoral ante las elecciones del 2 de noviembre, en las que se renovará la totalidad de la Cámara de Representantes, un tercio del Senado, y los puestos de 37 Gobernadores estatales.
El momento no es bueno para el Gobierno de Obama, dado que algunas encuestas apuntan a que los demócratas podrían perder la mayoría en el Congreso.
En estos momentos, según la cadena CBS, la tasa de desaprobación de la gestión de Obama ha aumentado al 44 por ciento, y su gestión económica sigue recibiendo una mala calificación.
Un 48 por ciento de los estadounidenses no está de acuerdo con su manera de afrontar la ralentización económica, mientras que sólo el 44 por ciento la da por buena.
En las preguntas que le hicieron los votantes en el encuentro organizado por CNBC, muchos ciudadanos revelaron al presidente una cierta decepción por cómo han transcurrido los dos primeros años de Gobierno.
Una joven reconoció que Obama fue capaz de crear un movimiento inspirador durante su campaña, pero afirmó que «esta inspiración se está muriendo. Parece que el sueño americano ya no es alcanzable para muchos de nosotros. ¿El sueño americano está muerto para mí, señor presidente?».
Obama no ocultó que la situación actual es difícil, con una tasa de desempleo cercana al 10 por ciento y con muchas empresas recortando salarios, pero pidió a los votantes que mantengan la esperanza.
«Tengo toda la confianza en que el sueño americano continuará. No hay ningún país en el mundo que no quiera cambiarse por nosotros», indicó.
En su intervención, recordó las medidas difíciles que ha tomado su Gobierno, que fueron impopulares en su momento, pero que se han tornado efectivas, como el rescate de los fabricantes de automóviles, que sirvió para salvar millones de puestos de trabajo.
También mencionó la reforma sanitaria y la reforma financiera, en especial en lo referente a las firmas que emiten tarjetas de crédito, y las que se puso coto en algunas de sus prácticas abusivas.
«El problema es que el agujero en el que estábamos era tan profundo, que aun hoy hay familias que están sufriendo. Por ello, lo importante es que nos movamos en la dirección correcta, en lugar de volver atrás», apuntó el presidente.
Algunos de los ciudadanos preguntaron sobre la posibilidad de que Obama haga cambios en su equipo económico, liderados por el secretario del Tesoro, Timothy Geithner, y Larry Summers, el director del Consejo Económico Nacional.
Ambos, están haciendo un «trabajo excelente», dijo Obama, quien aseguró que no ha tomado ninguna decisión sobre cambios en su equipo.
