Rolls-Royce afrontará costes por valor de 377 millones por los fallos en sus motores Trent 900

El fabricante británico de motores para aviones Rolls-Royce podría enfrentar costes por valor de 500 millones de dólares (377 millones de euros) durante los próximos dos o cuatro años como consecuencia de la explosión registrada el pasado mes en uno de sus motores Trent 900 que propulsaba un ‘superjumbo’ A380 de la compañía australiana Qantas.

Según expertos en el sector aeronáutico consultados por el diario británico ‘Financial Times’, estas estimaciones, que incluyen el coste de diseñar partes claves del motor y compensaciones potenciales a los clientes, son considerablemente mayores que los 66 millones de dólares (49,7 millones de euros) que la compañía espera que repercutan en sus beneficios para el presente ejercicio.

La compañía británica, de hecho, ha calificado la nueva estimación de «especulativa» y ha asegurado que «no tiene base en la realidad», aunque el presidente de la Oficina Internacional de la Aviación, una consultora británica presidida por Phil Seymur, señala que Rolls-Royce no ha tenido en cuenta en sus previsiones de costes la necesidad de rediseñar partes del motor para asegurarse de que no ocurran fallos similares en las futuras entregas de aviones.

El fabricante de motores para aviones no habría tenido en cuenta tampoco las compensaciones a los futuros clientes por unos retrasos «inevitables». «Existe un problema de diseño que no será fácil de gestionar», destaca el experto.

El responsable de la división de motores de la empresa SGI Aviación, una consultora con sede en Amsterdam, asegura que los cerca de 50 millones de euros calculados por Rolls-Royce son los de la primera revisión del problema. «Es normal en el negocio de los motores de la aviación pensar que cuando tienes un incidente como este, los costes totales serán mucho mayores que los identificados inicialmente», asevera.

El director de la consultora aeronáutica suiza Quotec, Alec Quaite, también respaldó la estimación, destacó que el coste de hacer ajustes para los futuros motores podría ser mucho mayor que el de simplemente cambiar algunas piezas.

Rolls-Royce, junto con los inspectores de los reguladores australianos, han identificado la causa del incidente a bordo de un avión de Qantas que tuvo que aterrizar de emergencia en Singapur tras registrar fallos en sus motores. Según las pesquisas, el incidente fue causado por una fuga de combustible dentro del motor por un fallo de diseño de una de las piezas.

No obstante, Quaite y otros analistas consultados aseguran que el fallo pudo haber sido causado por otros factores, como una excesiva vibración de una tubería y no necesariamente por un fallo de fábrica, sino por un problema de diseño más amplio.

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