Los bancos que operan en España obtuvieron un beneficio neto atribuido de 11.089 millones de euros en los nueve primeros meses de 2010, lo que representa un recorte interanual del 12,8% por efecto de la dotación a provisiones, que alcanzó los 16.367 millones y también por la menor actividad.
El secretario general de la AEB, Pedro Pablo Villasante, destacó hoy en rueda de prensa que los bancos españoles hayan logrado estos resultados en este complicado ejercicio, «por sus propios medios y sin necesidad de ser rescatados ni de recibir inyecciones de capital público», a diferencia de los bancos de otros países.
En este escenario, fuertemente tensionado por la crisis de deuda soberana europea, que para Villasante «ha puesto de manifiesto la debilidad de la Europa del euro», la economía española es todavía frágil, por lo que no prevé una recuperación rápida.
Para solucionar esta situación, el secretario general de la patronal bancaria insistió una vez más en la necesidad de que el Gobierno realice reformas estructurales «de amplio alcance» que permitan a la economía española ser más competitiva.
En cuanto al nuevo acuerdo de capital para las entidades financieras -Basilea III-, Villasante consideró que es «más exigente de lo que parece», si bien la banca española está en condiciones de cumplirlo porque dispone de suficientes fondos propios de calidad.
Según la AEB, los bancos contaban con un ratio de solvencia del 12,47% a finales de septiembre, algo inferior al 12,91% de un año antes, que les permitía tener un exceso de recursos propios de 47.792 millones sobre el mínimo exigido, al tiempo que el «core capital» -activos de máxima calidad- mejoraba hasta el 8,36%, desde el 7,76% de un año atrás.
El balance consolidado de la banca española se situaba a cierre de septiembre en 2,26 billones de euros, 188.775 más que en el mismo periodo de 2009, sobre todo por la actividad de la banca minorista tradicional y más cercana al cliente, como demuestra el incremento interanual del 15,9% registrado por los depósitos de la clientela, que alcanzaron los 1,07 billones de euros.
También se elevó el crédito a la clientela, el 5%, lo que equivale a 65.677 millones, hasta alcanzar los 1,38 billones.
El ratio de morosidad de los bancos creció en un año 58 puntos básicos y se situó en el 4,27%, con una cobertura para insolvencias del 67%, algo inferior al 69% de septiembre de 2009.
En cuanto a los principales márgenes de la cuenta de resultados de la banca, el que mejor refleja la evolución de este negocio, el resultado bruto de explotación cayó el 2,1% y quedó situado en 16.455 millones de euros.
El margen de intereses se mantuvo como el motor de las cuentas, creciendo el 4,1% interanual en el epígrafe que incluye los dividendos cobrados y los ingresos por comisiones.
Tras la crisis de deuda soberana, que se ha cebado especialmente con Grecia, Irlanda y Portugal, de nuevo reina la tensión en los mercados mayoristas, lo que hace difícil obtener financiación, aunque la banca española aprovecha cualquier resquicio de calma para continuar emitiendo deuda para vender en estos mercados, dijo Villasante.
