El director general de la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA), José Antonio Olavarrieta, ha indicado que, a pesar del «tremendo esfuerzo» que les está pidiendo el Gobierno en la exigencia de los niveles de capital, las cajas «cerrarán filas» y «colaborarán» para aclarar «esta situación de equívoco» que está afectando al sistema financiero español y a las cajas de ahorros».
Olavarrieta ha reconocido que el decreto aprobado en el Consejo de Ministros «no» recoge todas las aspiraciones de las cajas, pero «comprende» y «comparte» el «interés del Gobierno por conseguir una mayor transparencia hacia los mercados».
En este sentido recuerda que los parámetros «draconianos» que se manejan «no tienen parangón» respecto a otras entidades financieras europeas «hasta tal punto de que las veinte instituciones más grandes europeas no llegarían a cumplir los ratios que se están pidiendo» y considera que, con estas medidas, en España se adelantan a este año las exigencias de Basilea III que entrarían en vigor en 2013.
«Traer Basilea III al momento actual va a terminar con todas las distintas interpretaciones que se puedan hacer sobre la solvencia de las cajas de ahorros», asevera el director general de la CECA.
Cabe recordar que la norma establece una exigencia de capital del 8 por ciento para las entidades, y del 10 por ciento para las que no cotizan, no cuentan con presencia de inversores en el 20 por ciento del capital y disponen de una excesiva dependencia de la financiación mayorista, de más del 20 por ciento. De esta forma el decreto se adelanta a los requisitos de capital de la regulación internacional de Basilea III.
«Seguimos manteniendo nuestras discrepancias en este asunto pero lo más importante es cerrar filas porque el Gobierno piensa que es lo mejor para obtener transparencia», ha insistido.
No obstante Olavarrieta ha explicado que actualmente las cajas inmersas en Sistemas Institucionales de Protección (SIP) o en procesos de fusión «están exentas de ese 10 por ciento» y las que no lo están «lo cumplen en su inmensa mayoría» por lo que se ha mostrado convencido de que cuando termine el proceso de reestructuración «seguiremos teniendo las mismas cajas, pero reagrupadas».
«Tendremos cajas más grandes, con mayor volumen y que puedan servir mucho mejor a la sociedad dando créditos para el desarrollo del tejido económico y social», ha apuntado.
Olavarrieta ha valorado también algunos aspectos «muy positivos» del decreto como que deja «intacta» la redacción de la Ley sobre Organos Reguladores de las Cajas de Ahorro (Lorca) que se aprobó en julio con la mayoría del Parlamento, y destaca que las cajas de ahorro «siguen teniendo libertad para recapitalizarse como estimen oportuno».
En su intervención ha insistido en que las cajas de ahorro colaborarán con el Gobierno, «como han hecho siempre», para «ayudar a conseguir reforzar la solvencia del sistema financiero y a favorecer la dinamización del crédito y la adecuada canalización del mismo hacia la economía real». «Tenemos que acabar con este equívoco que no conduce a nada», ha concluido.
El director general de la CECA ha realizado estas declaraciones en Cáceres donde este viernes ha ofrecido una conferencia titulada ‘Concentración de las cajas de ahorro y la reforma de la Lorca’ en el Palacio de Mayoralgo, sede institucional de Caja de Extremadura.
