El presidente de la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA), Isidro Fainé, ha asegurado que las pruebas de resistencia llevadas a cabo por el Banco Central Europeo (BCE) demostraron la voluntad de transparencia de las cajas.
«Este ejercicio demostró la clara voluntad de transparencia del sistema financiero español, en particular de las cajas de ahorros: no había nada que esconder», dice Fainé en una carta incluida en la memoria de la CECA correspondiente al año 2010.
El presidente de la patronal de cajas y de La Caixa afirma que los datos publicados correspondieron al 90% del sistema bancario, frente al de otros países, que presentaron un grado de cobertura muy inferior.
Fainé subraya que los ejercicios de estrés realizados el pasado verano por el organismo que preside Jean Claude Trichet «han puesto de manifiesto la fortaleza y capacidad de resistencia del sistema financiero español».
Respecto a la reciente norma de solvencia aprobada por el Gobierno, el presidente de la CECA explica que la patronal ha trabajado intensamente «para que no dificulte la recuperación del crédito y no penalice la financiación a largo plazo de las empresas».
La CECA ha ejercido durante 2010 «una férrea defensa de los intereses del sector de las cajas de ahorros españolas», dice. «Se ha desarrollado una intensa labor de defensa de este modelo de banca tradicional como estabilizador en épocas difíciles y como facilitador de financiación del tejido económico local», agrega.
Fainé sostiene que la nueva regulación financiera va a ser muy exigente en términos de solvencia y que para las cajas resultaba esencial disponer de instrumentos adecuados para facilitar su capacidad de capitalización.
BUEN GOBIERNO Y DESPOLITIZACION.
A su parecer, un aspecto positivo de la reforma es el reforzamiento del buen gobierno corporativo mediante medidas tales como la disminución de la influencia política y la mayor profesionalización de los consejos de administración.
La CECA ha actuado como interlocutor con las autoridades españolas y europeas en defensa de los intereses y las propuestas de las cajas, indica. «Debemos felicitarnos porque el resultado ha sido satisfactorio y acorde con las necesidades del sector», resalta.
A su parecer, el sector de las cajas ha finalizado 2010 con sus estructuras preparadas y a punto de completar el mayor proceso de integración de su historia, con una reducción del número de cajas de 45 a 17 entidades o grupos.
Por otro lado, Fainé advierte de que «la avalancha regulatoria sin precedentes» a escala internacional para reformar el funcionamiento de los mercados tras la crisis «puede llegar a ahogar la actividad bancaria tradicional».
«Esto resultaría especialmente perverso por cuanto que parece afectar más negativamente al modelo de banca tradicional», que ha probado ser el más solvente de la crisis, argumenta Fainé, que apela «a la necesidad de una reforma equilibrada y neutral» que permita fluir la financiación a las empresas y familias.
