Si estas empresas hubieran cometido un fraude, hubiera sido nuestra toda la responsabilidad pero detrás de esta operación responde a intervención política
Durante tres meses un anónimo gestor de fondos norteamericano viaja a España. Cualquiera diría que pasa unas apacibles vacaciones para liberarse del estrés propio de Wall Street. Pero en su comportamiento hay algo que llamará la atención algún tiempo después.
Ninguno de sus pagos en España lo realiza con tarjeta y el día antes de coger el vuelo que le devolverá a EEUU deja en la Audiencia Nacional un denuncia contra Afinsa acusándola de fraude. Un año después, la Fiscalía Anticorrupción ordena la intervención de esta entidad y de Fórum Filatélico apoyada en argumentos idénticos a los expuestos por un gestor de fondos que no ha dejado rastro en España después de realizar todos sus pagos en metálico.
Han pasado cinco años desde aquella intervención sobre las entidades mencionadas. Un camino difícil para 460.000 personas que habían invertido parte o gran parte de sus ahorros en bienes tangibles de estas entidades.
Es cierto que hoy en los medios de comunicación ya no se habla de los afectados y que una sentencia ratificada por el Tribunal Supremo exonera al Estado de toda responsabilidad sobre la supuesta estafa; sin embargo algunas personas como Mila Hernán no se dan por vencidas y han iniciado nuevas vías judiciales para demostrar que, fruto de indagaciones que recoge en el libro El saqueo de Afinsa, «detrás de Afinsa no hay una estafa, sólo una intervención política».
Hernán, en esta entrevista con Periodista Digital, explica todas las novedades respecto al caso en las que aquel gestor de fondos sin rastro tiene un papel importante.