El secretario general de UGT, Cándido Méndez, ha asegurado que la patronal antepuso el «cálculo político» a la hora de intentar salvar un acuerdo con los sindicatos sobre negociación colectiva, al tiempo que ha lamentado que un sector de la patronal acabó llevándose «el gato al agua» para impedir un pacto.
«En la patronal ha pesado más el cálculo político a la hora de tomar la decisión (sobre reformar los convenios) que razones de contenido», expresó Méndez en un encuentro digital en elpais.com, en donde enfatizó que la resolución de la Junta Directiva de la CEOE del pasado 25 de mayo sobre el devenir de las conversaciones fue enmendada por CEIM, la patronal madrileña.
Para el líder de UGT, la patronal se «equivoca» con esta estrategia, pues recordó que las reformas negociadas son «más útiles», mientras que aquellas impuestas por el Gobierno generan «conflicto, confusión y no funcionan».
EL GOBIERNO ESTA «DESNUDO»
En este sentido, consideró que el Gobierno está «desnudo» ante su responsabilidad de legislar en materia de convenios, y aprovechó para advertir de que el decreto o proyecto de ley que apruebe el próximo 10 de junio debe respetar el acuerdo social y económico suscrito el pasado 2 de febrero.
Méndez también se refirió al papel desempeñado por el presidente de la CEOE, Juan Rosell, al frente de esta primera negociación de calado, y las expectativas generadas con una frase del teórico marxista Antonio Gramsci: «Lo nuevo no acaba de nacer, lo viejo no acaba de morir», en alusión también al antecesor de Rosell, Gerardo Díaz Ferrán.
