Repsol invertirá 3.200 millones en la refinería de Cartagena, que reducirá un 30% las importaciones de destilados medios

La ampliación de la refinería de Repsol en Cartagena (Murcia) reducirá en un 30% las importaciones españolas de destilados medios cuando entre en operación hacia el mes de octubre de este año. Este porcentaje implica un ahorro en importación de estos productos (queroseno y gasoil) de más de 450 millones de dólares al año (cerca de 315 millones de euros anuales).

Así lo explicaron, en un encuentro con periodistas, el director general de Downstream de Repsol, Pedro Fernández Frial, y el director ejecutivo de Refino España, Josu Jon Imaz.

Las obras de ampliación de esta refinería comenzaron en 2008 y han supuesto una inversión cercana a los 3.200 millones de euros (300 millones menos de lo inicialmente planeado).

Su entrada en funcionamiento está prevista para el tercer o cuarto trimestre del año, orientativamente hacia el mes de octubre.

Según explicó Fernández Frial, la citada inversión se suma a la de cerca de 800 millones de la refinería bilbaína de Petronor, que también se pondrá en operación hacia esas mismas fechas.

Los destilados medios, añadió, «van a ser el motor del negocio en los próximos años».

De hecho, la compañía calcula que los márgenes de refino de Repsol crecerán en torno a dos o tres dólares por barril -sobre los valores actuales- de la mano de la puesta en marcha del proyecto de Cartagena. Un margen que permitirá rentabilizar la inversión en un plazo «razonable».

«Los proyectos de Cartagena y Petronor permiten sustituir por poducción propia productos que hoy se importan», señaló Fernández Frial.

Junto a la refinería de Cartagena también está prevista la apertura de un oleoducto que conectará esta planta murciana con la refinería de Puertollano (Ciudad Real), aumentando la flexibilidad de refino y la competitividad de la instalación manchega.

El director ejecutivo de Refino España, Josu Jon Imaz, destacó que la de Cartagena es «la mayor inversión industrial de la historia de España», que permitirá contribuir a cubrir la gran demanda de destilados medios de España (que seguirá siendo deficitaria de estos productos).

La ampliación de la refinería de Cartagena duplicará la capacidad de esta instalación hasta los 11 millones de toneladas al año. De ellos, 4,5 millones de toneladas corresponderán a gasoil y queroseno. La práctica totalidad de estos productos irán destinados al mercado español.

La capacidad de refino se elevará a 220.000 bpd (barriles de petróleo diarios); de forma que la capacidad total de Repsol ascenderá hasta casi 900.000 bdp (con cinco refinerías: Cartagena, Petronor, A Coruña, Puertollano y Tarragona, donde la empresa no descarta hacer inversiones en el horizonte de 2015-16).

Imaz aludió también a la «apuesta por el empleo» que entraña este proyecto.

En los tres años de construcción de la refinería la media de personas trabajando ha sido de 3.000. En total, 20.000 personas han sido empleadas en su contrucción.

Una vez entre en funcinamiento, la planta implicará unos 790 puestos de trabajo propios (un 50% más) y otros 800 vía empresas contratistas. El empleo inducido estimado para la región de Murcia asciende a 8.000 personas.

Imaz también hizo hincapié en los «elevados ingresos por tasas y tributos» vinculados a la refinería y a la «consolidación del valle de Escombreras», donde se ubica; llamó la atención, además, sobre el bajo índice de siniestralidad registrado en la consrucción de la instalación, «setenta veces inferior a la media».

La planta de Repsol en Cartagena reducirá en más de un 60% las emisiones de óxido de azufre y óxidos de nitrógeno, así como las de partículas.

De este modo, «la capacidad de destilación se duplica y las emisiones por barril se reducen a la mitad; somos capaces de hacer el doble con la mitad de emisiones», dijo.

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