El Juzgado de lo Social número 1 de Palencia ha condenado a Galletas Gullón a indemnizar a Félix Gullón por su destitución como director general de la compañía, una decisión que adoptó su madre, María Teresa Rodríguez Sainz-Rozas, cuando recuperó el control de la galletera el pasado mes de octubre.
La primera accionista de Gullón decidió restituir en el cargo de director general a Juan Miguel Martínez Gabaldón, mientras que Félix Gullón fue suspendido de sus funciones y recolocado en su puesto anterior.
Ahora la juez María Amparo Rodríguez Riquelme ha estimado parcialmente una demanda presentada por el hijo menor de Rodríguez Sainz-Rozas, al considerar que no se produjo una suspensión, sino una extinción del contrato de alta dirección «por causa no imputable al alto directivo», informaron a Europa Press en fuentes cercanas al caso.
La indemnización asciende a 336.375 euros por la extinción del contrato y a 14.625 euros por incumplimiento del periodo de preaviso, a lo que se deberá sumar el 1% del beneficio de 2010 si se ejecuta la sentencia, que abre un plazo de cinco días para presentar un recurso de suplicación ante el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León.
Galletas Gullón, que recurrirá la sentencia, explica que la resolución judicial recoge también el abono anual y sin límite en el tiempo del 75% de la retribución establecida en el contrato «bilndado», que, según subraya, firmó Félix Gullón con sus hermanos cuando accedió al puesto en febrero de 2010.
Según dijeron a Europa Press en fuentes de la empresa, Félix Gullón «firmó su blindaje como director general en un periodo de interinidad en el que tanto él como sus hermanos ya conocían que un 80% del capital social de la empresa había solicitado judicialmente una junta extraordinaria de accionistas para revocar sus poderes como consjeros de la compañía».
ACTO DE CONCILIACION.
Por otro lado, este viernes se ha celebrado en Palencia un acto de conciliación solicitado por los tres hijos varones de la presidenta de la galletera, tras ser suspendidos de empleo y sueldo por un periodo de entre tres y 14 días, acusados de «increpar a una trabajadora».
«No ha habido posibilidad de acercamiento», dijeron a Europa Press en fuentes próximas a los hijos, que indicaron que María Teresa Rodríguez no ha acudido a la conciliación, sólo «representantes sin capacidad de negociar».
Los hijos, que lamentan la falta de acuerdo, no descartan acudir a los tribunales para evitar que quede reflejado en su expediente una «falta grave».
Desde Galletas Gullón sostienen que este incidente queda al margen del eventual conflicto madre-hijos y explican que se trata de una sanción a empleados por cometer un «acto sancionable», concretamente el insulto a una representante sindical.
