El Juzgado de Primera Instancia número 18 de Madrid ha condenado al grupo alemán Hochtief a pagar 2,4 millones de euros a Alberto Cortina y Alberto Alcocer como resultado de la demanda presentada por los empresarios contra el antiguo presidente de la constructora alemana Hans Peter Keitel, según el auto de ejecución dictado el pasado 21 de junio al que tuvo acceso Europa Press.
‘Los Albertos’ demandaron al directivo alemán porque éste liquidó un negocio en España sin pagar a Hacienda y fueron los empresarios españoles los que adelantaron los pagos al fisco.
En concreto, la juez ordena embargar a Hochtief a abonar 1,8 millones de euros en concepto de principal e intereses ordinarios y moratorios vencidos más otros 554.076 euros por los intereses que puedan devengarse de la ejecución.
A estas cantidades habrá que sumar las costas del proceso, lo que podría alcanzar cerca de 3 millones de euros, según informaron a Europa Press fuentes jurídicas cercanas al caso. Solo cabe recurso de oposición contra el modo de ejecutar el pago, pero no cabe recurso contra la ejecución en sí.
Hans Peter Keitel era el presidente mundial de la constructora alemana hasta la toma de control por parte del grupo español ACS y es el actual presidente de la Federación de la Industria Alemana.
ACS controla actualmente alrededor del 50% de Hochtief. A su vez ‘los Albertos’ son el segundo máximo accionista de ACS, con una participación del 13,8%. El resto de socios de referencia de ACS son Corporación Financiera Alba (18,3%), el presidente Florentino Pérez con un 12,52% y el empresario turístico Miguel Fluxá (5,6%).
La constructora está actualmente controlada por ACS, con cerca del 50%, bajo la presidencia de Florentino Pérez y en la que ‘los Albertos’ son los segundos accionistas con cerca de un 12%.
Según explicaron fuentes de los demandantes, la constructora deberá pagar las cantidades fijadas a las sociedades de los empresarios españoles, Percacer S.A. y Comercio y Finanzas S.A.
La demanda de ‘los Albertos’ se produjo a raíz de la fusión en 1997 de las constructoras Lain y Pacsa (Peninsular de Asfaltos y Construcciones), en la que ambos tenían el 70% el capital y la alemana Hochtief un 30%, según las mismas fuentes.
Las cuentas habían sido auditadas por Arthur Andersen, aunque Pacsa tenía pendiente de resolver una inspección fiscal. Por eso, las partes firmaron un contrato marco en el que asumían los pasivos contingentes que pudieran surgir en el futuro por reclamaciones judiciales o por deudas fiscales en cuotas equivalentes a su participación accionarial.
Finalizada la inspección fiscal, Hochtief se negó a reconocer la deuda e incluso a la mediación del árbitro previsto en el contrato, por lo que Alcocer y Cortina asumieron las responsabilidades y posteriormente demandaron al grupo alemán. Tras cesar en Hochtief, Kaitel se ha centrado también en sus cargos de miembro de la junta de control de Commerzbank y de ThyssenKrupp.
