El comercio ilegal de tabaco alcanza niveles récord

El comercio ilegal de cigarrillos de contrabando y falsificados creció un 5,1% en la Unión Europea en 2010, hasta alcanzar los 64.200 millones de unidades, el nivel más alto desde que comenzó a estudiarse el mercado ilícito en 2006, según un informe de KPMG difundido por la multinacional Philip Morris.

El estudio estima que el consumo anual de cigarrillos proveniente del comercio ilícito se incrementó en unos 3.100 millones de unidades en 2010, hasta alcanzar la cifra anual de 64.200 millones de unidades, aproximadamente el 10% del consumo total de cigarrillos en la Unión Europea.

Las pérdidas debido al contrabando de cigarrillos, del conjunto de la UE y sus Estados miembros, se elevan a aproximadamente 10.000 millones de euros anuales, según cálculos de la Oficina Europea de Lucha contra el Fraude (OLAF o European Anti-Fraud Office).

KPMG realiza este estudio con carácter anual en el marco del convenio de cooperación entre Philip Morris International (PMI), la Comisión Europea y los Estados miembros de la UE.

El directivo del grupo tabaquero Timothy Lindon ha manifestado que, si bien los departamentos de seguridad en la UE «trabajan duro» para combatir el problema, el estudio demuestra que «continúa aumentando el número de cigarrillos falsificados y de contrabando, y que esto presenta un desafío cada vez mayor en los Estados miembros de la UE».

«El mercado ilegal de cigarrillos en la UE es ahora más grande que los mercados legales de cigarrillos de Francia, Irlanda y Finlandia juntos e implica un aumento de los delitos en los Estados miembros de la UE, ya que las ganancias del comercio ilícito a menudo son utilizadas para financiar actividades ilegales como el tráfico de droga, de seres humanos y el terrorismo», ha advertido el directivo.

De este modo, Lindon ha señalado que en muchos países de la UE conviven ahora dos mercados de cigarrillos: «uno legal y regulado que está disminuyendo y un mercado ilegal, fuera de la regulación, en crecimiento».

Philip Morris, que subraya su oposición «firme» al comercio ilegal de cigarrillos, ha emprendido un «amplio conjunto de medidas» para combatir este problema, como la puesta en marcha de un sistema global de localización y rastreo, amplios procedimientos internos para conocer a los clientes, la educación del consumidor y la colaboración con los gobiernos.

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