Lloyds Banking Group, participado por el Gobierno británico en un 41%, eliminará 15.000 puestos de trabajo, alrededor del 14% de su plantilla, hasta 2014 en el marco del plan estratégico de la entidad, que pretende ahorrar 1.500 millones de libras anuales (1.655 millones de euros) y que supondrá la reducción de su presencia internacional a menos de la mitad de los 30 países en los que opera actualmente, según confirmó el consejero delegado de la entidad, Antonio Horta-Osório.
El ex directivo portugués del Santander UK explicó, cuando se cumplen prácticamente los primeros 100 días desde que asumiera la gestión de Lloyds, que el coste del programa será de 2.300 millones de libras (2.540 millones de euros), aunque, a su vez, liberará recursos para la entidad equivalentes a 2.000 millones de libras (2.210 millones de euros), que invertirá en sus negocios estratégicos a razón de unos 500 millones de libras anuales (550 millones de euros) hasta 2014.
Tras confirmarse esta nueva reducción de plantilla, Lloyds Banking Group eleva a 27.000 los puestos de trabajo eliminados en los dos años transcurridos desde su fundación, tras su fusión con HBOS en 2008.
Asimismo, Lloyds anunció que pretende llevar a cabo desinversiones de activos no estratégicos entre 2012 y 2014 con el objetivo de generar capital para la entidad.
«Nuestro objetivo es convertirnos en el mejor banco para nuestros cllientes», afirmó Horta-Osório, quien aseguró que la entidad pretende transformarse en una organización «más ágil, simple y receptiva».
Por otro lado, el máximo ejecutivo de la entidad anunció que el banco aprovechará este plan para reforzar su capitalización y asegurarse un robusto nivel Tier 1, que espera situar por encima del 10% en 2013, y una base estable de financiación.
Asimismo, Horta-Osório se comprometió a reanudar progresivamente el pago de dividendos cuando expiren las restricciones impuestas por Bruselas y a medida que la posición de la entidad y de los mercados lo permitan.
De cara al presente ejercicio, Lloyds espera situar su margen de intereses netos por encima del 2%, mientras que prevé una caída de sus ingresos a raíz de la reducción de sus activos no estratégicos y del tamaño de su balance. Asimismo, pronosticó un menor impacto de los impagos a medida de que se materialice la esperada mejoría de la situación en Reino Unido e Irlanda, incluyendo el desempleo y la valoración de activos inmobiliarios.
