Repsol afirma que «velará por el interés de todos los accionistas»

La dirección de Repsol aseguró este martes, tras analizar las repercusiones del acuerdo de sindicación de acciones alcanzado entre Sacyr y Pemex para controlar un 29,8% del capital que, al igual que en otros casos precedentes, como el de Lukoil, «velará por el interés de todos los accionistas», informaron a Europa Press en fuentes de la petrolera.

«Como ya ocurrió en el caso de Lukoil, Repsol velará por el interés de todos los accionistas, especialmente ante un acuerdo que excluye a su mayoría natural de accionistas», indicaron.

Por su parte, CaixaBank se pronunciará sobre la alianza entre Sacyr y Pemex «en su momento» en el seno del consejo de administración de la petrolera, indicó en un comunicado la entidad.

‘La Caixa’, accionista estable Repsol desde 1996 y que es el segundo máximo accionista de la petrolera con una participación del 12,8%, señaló que «su posición sobre temas societarios y de gobierno corporativo relacionados con la compañía debe ser expresada en el consejo de administración».

En otoño de 2008 Sacyr ya sondeó a posibles inversores interesados en adquirir una participación en Repsol, de entre los que trascendió el supuesto interés del gigante ruso Lukoil, una compañía privada, cotizada y socio de la petrolera americana Conoco Phillips, dispuesta en un principio a hacerse con un tercio del capital del grupo español (el 20% de Sacyr y un 9,9% de otros accionistas como La Caixa), operación que finalmente no fructificó por varios factores, entre ellos el precio.

La posible operación se vio obstaculizada además por la oposición por parte del presidente de la compañía, Antonio Brufau, a una operación que implicara una toma de control sin una OPA por el 100%, así como por las reticencias del Gobierno y del PP a la transacción.

DUDAS DE LOS ANALISTAS.

Los analistas han expresado sus primeras impresiones sobre el pacto de sindicación de acciones entre Sacyr y Pemex. Ahorro Corporación prevé que el presente acuerdo se vea reflejado «muy positivamente» hoy en la cotización de la petrolera, que ha repuntado un 4,15% al cierre de la jornada bursátil, hasta los 19,68 euros. Sin embargo, advierte de que a más largo plazo, la lucha de poder interna «podría alejar el interés de los accionistas».

Banesto cree que la gestión de Brufau a lo largo de los últimos años ha sido «acertada», y destaca que se ha centrado en el crecimiento orgánico y en mantener un aumento del dividendo del 10% de cara a los próximos años.

Para Intermoney, la aportación de ambos accionistas a una mejora en la gestión es «al menos discutible», tanto por la aportación que puede añadir el equipo gestor de una constructora como por el interés relativo que puede tener Pemex. «En definitiva, por el momento no consideramos que la operación sea un catalizador de valor para Repsol y esperamos mayores detalles para valorar el cambio de gestión», señala el broker, cuya recomendación actual es comprar (con un precio objetivo de 24 euros por acción), pero no aconseja entrar en el valor como consecuencia de esta noticia.

En opinión del banco Espirito Santo (BES), el actual ‘management’ de Repsol goza de una muy buena reputación entre los inversores y ha hecho un trabajo reseñable en el pasado reciente, poniendo el foco en el área de exploración y producción, cristalizando el valor en Brasil y reduciendo la exposición en Argentina. Por ello, estima que cualquier cambio de calado «podría elevar las preocupaciones de los inversores».

La firma no espera cambios importantes en la política de dividendo de Repsol, y aunque indica que Pemex podría ayudar a la petrolera española a entrar en el mercado mexicano, donde el Gobierno ha comenzado a liberalizar el acceso a sus recursos y está dispuesto a firmar contratos con empresas privadas para operar campos maduros de petróleo, reconoce que es muy pronto para evaluar el posible impacto de esta posibilidad en el grupo español.

SUBIDA DEL DIVIDENDO

De su lado, Cheuvreux señala que uno de los movimientos clave de Sacyr puede ser pedir a Repsol que suba el dividendo. La firma estima que entre 2011 y 2013 la petrolera destinará 4.200 millones a retribuir a sus accionistas. En un cálculo preliminar, señala que la eventual subida del dividendo en 3.200 millones podría ser soportable para los resultados de 2011, pero cree que no es la política de reparto de liquidez más lógica.

Para UBS, la dirección de Repsol ha llevado a cabo una «agresiva y exitosa» estrategia inversora, confrontada con las necesidades de cash de Sacyr, pero que ha sido bien vista por los inversores institucionales.

«Nuestra preocupación es que tras una positiva reacción inicial de las acciones, la perspectiva de ‘pay out’ a corto plazo y la compra de acciones por parte de Pemex, el movimiento sea visto como negativo por sacrificar potencialmente la probada apreciación del capital y un equipo directivo muy respetado. Esto puede colocar a Sacyr y a Pemex en desacuerdo con la mayoría de los inversores de la compañía», señala.

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA

Lo más leído