Las ventas de juguetes se han reducido en un 4,5% en lo que va de año, si bien se han producido aumentos en las ventas denominadas estacionales (Semana Santa y vacaciones de verano), según datos de la Asociación Española de Fabricantes de Juguetes (AEFJ).
En cuanto a las exportaciones, esta asociación recoge un descenso del 4,98% respecto a 2010 durante el primer semestre de año, motivado porque gran parte de las ventas fuera de España se realizan en filiales situadas en el extranjero (en China mayoritariamente), por lo que los datos no computan en España.
Sin embargo, en la provincia de Alicante, que concentra la mayor parte de la producción de juguetes en España, las exportaciones han aumentado en un 6,83%.
Asimismo, el Observatorio del Mercado del Juguete (AIJU) ha realizado para AEFJ un estudio del que se desprenden nuevas conductas por parte de usuarios, prescriptores y compradores de juguetes. En un primer término, el consumidor realiza una compra «mucho más meditada» que años anteriores.
En este sentido, la adquisición del producto es el resultado de un proceso de toma de decisión «más minucioso», en el que se realizan comparaciones, se analizan necesidades y se valoran las características.
Como consecuencia, según el estudio, el precio se convierte en un elemento fundamental a la hora de decidir, pero no el único. También se tiene en cuenta la edad, los aspectos educativos o para qué se va a usar ese juguete. Internet, además, se ha convertido en una herramienta que se usa cada vez más para buscar juguetes para los más pequeños.
En segundo lugar, el tipo de producto que el consumidor quiere también ve aumentada su importancia. Así, se tiene en cuenta la marca y la licencia del juguete, aspectos relevantes en el momento de efectuar una compra. Un dato que lo corrobora es que la cuota de mercado del juguete licenciado en España es del 34%, una de las más altas de Europa.
De esta manera, los padres buscan «un valor para educar y se encuentra en el regalo de Navidad». La mayoría de los padres, según el estudio de la AEFJ, piensan en el juguete como un elemento de desarrollo, aprendizaje, educación y ayuda y tienen muy en cuenta los aspectos educativos en el regalo.
Por último, entre las recomendaciones para el uso de juguetes, AEFJ aconseja una lectura «atenta» de la etiqueta y las advertencias del fabricante, el desempaquetado conjunto entre padre e hijo o evitar manipular ni cambiar las características del juguete.
