El Banco de España considera apremiante cambiar las políticas activas de empleo
El Banco de España afirma tras el ajuste de la economía española que se registrará este año, «cabría esperar que en 2013 comenzaran a apreciarse los primeros estadios de una recuperación más duradera».
En su Informe Anual 2011, el organismo indica que entre los factores que dieron «al traste» con la «mejora gradual» de la economía que se produjo el año pasado se encuentran el recrudecimiento de la crisis de la deuda soberana y el consiguiente endurecimiento de las condiciones financieras y el deterioro de la confianza, así como los propios efectos a corto plazo del esfuerzo de consolidación fiscal.
«Estos factores seguirán ejerciendo su influencia en 2012, por lo que se espera un retroceso de la actividad en este año», subrayaron desde el Banco de España.
Desde el supervisor explicaron que dadas las necesidades de desapalancamiento de los sectores privado y público, la demanda exterior «deberá ser el ingrediente fundamental que sostenga la recuperación económica».
La «notable debilidad cíclica» favorecerá el avance en el ajuste de algunos desequilibrios, aunque «dificultará la recuperación del empleo y la consolidación fiscal». En todo caso, agregaron, «serán necesarias medidas de corte estructural que ayuden a completar el proceso de ajuste y a consolidar la recuperación económica sobre bases más sanas y duraderas».
En este sentido, apuntaron que «no existen precedentes cercanos de doble recesión en España, lo que plantea importantes interrogantes sobre la capacidad de respuesta de la economía española».
Posible subida del IVA
El BdE considera que una posible subida del IVA, junto con una reducción de las contribuciones a la Seguridad Social, sería una medida «de impacto limitado» y puede resultar «contraproducente» dadas las necesidades de reequilibrio del sector público.
Resalta los riesgos que puede conllevar la puesta en marcha de una «devaluación fiscal» -reducción de cotizaciones sociales e incremento del IVA- cuando sobre el sector público «pesan importantes pasivos» por los efectos demográficos en el saldo de la Seguridad Social.
Además, la medida tendría efectos limitados, «tanto en el tiempo como en su alcance potencial», según el Banco de España, y «no podría sustituir la necesaria flexibilidad en la formación de costes y precios».
El supervisor sugiere elevar el tamaño medio de las empresas como medida para ampliar su capacidad exportadora, ya que las compañías que tienen éxito en el sector exterior «son generalmente de tamaño elevado, presentan un nivel de productividad superior a la media y tienen una mayor cualificación de la mano de obra e intensidad tecnológica».
También resalta que las pequeñas empresas son las que muestran una mayor propensión a abandonar los mercados internacionales.
Cambiar las políticas activas de empleo
El Banco de España también apuesta en su informe anual por «completar» la reforma laboral con «medidas más ambiciosas» en materia de políticas activas de empleo, que incluyan una «exhaustiva» evaluación de los programas en vigor, una mayor vinculación con las políticas pasivas, así como actuaciones alternativas a los incentivos a la contratación, que han mostrado, en su opinión, una efectividad «muy reducida».
Según argumenta, el paro de larga duración es «especialmente preocupante», dado que la pérdida de productividad asociada a la situación de desempleo «se acaba traduciendo en una menor probabilidad de salida del paro».
Por ello, indica que es «apremiante» un «replanteamiento global» de las políticas activas de empleo que aumente los incentivos a la búsqueda de empleo e incremente la empleabilidad de los parados.
Además, el banco emisor advierte de que en el horizonte más inmediato de fuerte debilidad de la actividad, si no se aprovechan «con intensidad» las medidas de flexibilidad interna aprobadas para adaptar las condiciones laborales a las necesidades específicas de cada empresa, «se podría producir todavía algún ajuste adicional en el nivel de empleo».
Con todo, considera que algunas medidas como la posibilidad de simultanear el trabajo a tiempo parcial y las prestación por desempleo o la actuación de las empresas de trabajo temporal como agencias de colocación privadas pueden contribuir a activar el mercado laboral.