El auto acusa a Elpidio Silva de convertir el proceso en una causa general contra la crisis y olvidar el origen de la investigación
La Audiencia Provincial de Madrid ha anulado este miércoles 19 de junio de 2013 la reapertura de la causa contra el expresidente de Caja Madrid, Miguel Blesa, en la que se investiga el crédito de 26,5 millones concedido al entonces propietario de Marsans, Gerardo Díaz Ferrán.
Esta causa, cuya anulación había sido solicitada tanto por la Fiscalía y por la defensa de Díaz Ferrán, es la pieza principal del llamado caso Blesa que instruye el juez José Elpidio Silva.
Sin embargo, no es la pieza por la que el magistrado mantiene encarcelado a Blesa, que de momento seguirá en prisión.
No obstante, el auto concluye que la nulidad de la reapertura del caso «lleva aparejada la de las otras actuaciones que de él se derivan.
Todo ello con retroacción de las actuaciones al auto de sobreseimiento provisional del 9 de febrero de 2010″.
Habrá quee sperar unas horas para saber si el juez Elpidio ordena la puesta en libertad de Blesa o lo mantiene en la cárcel de Soto del Real, de donde todo indica que el ‘exbanquero patoso’ no tardará en salir.
EL AUTO DE LA AUDIENCIA Y LOS PODERES ADIVINATORIOS DEL JUEZ
El auto por el que la Sección 30 de la Audiencia Provincial de Madrid anula la reapertura de la causa contra Miguel Blesa por el crédito millonario a Díaz Ferrán arremete con dureza contra el procedimiento del juez instructor, Elpidio José Silva.
Entre las críticas que le lanza el auto, del que es ponente la magistrada María José Quintana, destaca que le atribuye a Silva «facultades adivinatorias», le acusa de hacer del proceso una «causa general» contra la crisis y le reprocha haber buscado argumentos en Wikipedia.
Así, la ponente denuncia en el auto que la reapertura del caso vulnera el derecho a la defensa.
«No había nuevas pruebas», asegura antes de destacar que «desde el inicio era patente y manifiesto para el instructor que no obraba soporte acreditativo del único y exclusivo hecho denunciado, el crédito».
En la misma línea, la magistrada afirma que no se aporta la denuncia que dio origen a la causa en 2010:
«Así pues, no se alcanza a comprender, salvo facultades adivinatorias inusuales, cómo se puede concluir la existencia de una conexidad entre los hechos que nos ocupan y los que se dice se seguían en el Juzgado de Instrucción 21 pues se desconocen hecho, sujetos intervinientes e ilícitos denunciados».
«No cabe derivar y presuponer esta conexidad en base a noticias de prensa, de pasillo, conocimientos extrajudiciales o sospechas».
La magistrada insiste, por los mismos motivos:
«No se alcanza a comprender, salvo facultades adivinatorias inusuales, cómo se puede concluir la existencia de una conexidad entre los hechos que nos ocupan y los que se dice se seguían en el Juzgado de Instrucción 21 pues se desconocen hecho, sujetos intervinientes e ilícitos denunciados».
«No cabe derivar y presuponer esta conexidad en base a noticias de prensa, de pasillo, conocimientos extrajudiciales o sospechas».
Asimismo, el auto arremete con dureza contra los argumentos que empleó Silva para ligar la gestión de Blesa con el posterior rescate de la entidad.
«En modo alguno, ni la crisis en los Estados Unidos, con las subprime a las que se refiere el instructor, ni la que desde principios del año 2010 indica que vienen padeciendo los Estados de la Eurozona, ni una gestión bancaria que el instructor califica de nefasta pueden servir de base a la reapertura en la que se denuncia la concesión de un crédito de 26,5 millones».
Por estos motivos y tras dejar en evidencia que Silva recurrió a la Wikipedia para explicar el cambio en las condiciones económicas generales, el auto publicado este miércoles denuncia que «lo menos relevante en la causa es el concreto hecho denunciado» del préstamo.
«Parece ser que el objeto del proceso se ha convertido en una causa general en busca de responsables -al parecer Miguel Blesa y Díaz Ferrán- de la crisis económica que atravesamos».