El profesor de Economía de la Universidad Ramon Llull, Santiago Niño Becerra, afirma que la reforma laboral de la que presume el Gobierno «ha aumentado la precariedad, el subempleo, no ha revertido la destrucción de empleo, ha contribuido al empeoramiento de las rentas salariales y no ha contribuido en nada a aumentar una demanda de trabajo de calidad» (Niño Becerra: «El único empleo que aumentará será el contrato temporal a tiempo parcial»).
Las palabras de Niño Becerra salen al paso de lo dicho por el ministro español de Economía, Luis de Guindos —«La segunda reforma laboral simplificará y flexibilizará la contratación»–, quien aseguraba que la reforma laboral ha sido uno de los pilares del cambio de la percepción de la economía española —De Guindos se desmelena y ve una España llena de brotes verdes–.
Niño Becerra se muestra preocupado sobre el destino que se ha reservado «al conjunto España en ese nuevo modelo hacia el que nos estamos dirigiendo», si la mejora de la percepción del país está vinculada a esa precarización laboral que, según él, —ABC sigue marcando distancias con lo que no le gusta del Gobierno y publica un duro editorial contra De Guindos–ha traido la reforma y en puertas de la aprobación de una segunda reforma.