BENAVIDES Y MALOSPELOS EN LAS CORTES

Los manejos y las medias verdades de El País, a cuenta de Caja Madrid, que enredan al PSOE

Es cierto que en Caja Madrid, al final de la presidencia de Blesa, existieron las tensiones que ocurren en este tipo de entidades cuando llega el relevo

Los manejos y las medias verdades de El País, a cuenta de Caja Madrid, que enredan al PSOE
Miguel Blesa. EP

A cuenta de unos supuestos correos de Blesa, el diario El País lanza la noticia y se enredan en ella dos socialistas importantes, Alfredo Pérez Rubalcaba y Antonio Hernando

Firmado por Francisco Mercado, el diario El País del 19 de diciembre llevaba a su portada un título llamativo, «Los manejos del PP en Caja Madrid». Debajo, tres subtítulos: «Los dirigentes imponían inversiones innecesarias y decisiones estratégicas», «Se solicitaban tratos de favor y se ordenaba nombrar a consejeros en empresas», «Los mensajes muestran la batalla entre Aguirre y Gallardón por la caja».

Coloreados los textos en tono amarillo y en un recuadro, se incluían algunos de los mensajes, supuestos, que dice tener el diario y que divide en 4 grupos. Entre ellos, por no hacer la presente extensa, parece que sólo merece la pena detenerse en los dos que Mercado cita en primer lugar: la batalla por el poder y derechos del fútbol.

En ellos, usando los supuestos mensajes de Blesa, se llega a algunas afirmaciones que se apartan de la realidad y que pueden inducir a errores.

En el primero de los grupos, la batalla del poder, confundiendo churras con merinas y mezclando datos sin el rigor que debiera ser propio en cualquier tema, quizá también manipulando, se afirma:

«Aguirre no pudo imponer a su candidato (Ignacio González). Mariano Rajoy, líder ya del PP, eligió para este puesto estratégico en el mundo financiero español al ex vicepresidente económico Rodrigo Rato».

UNA BATALA QUE NO EXISTIÓ

Tal afirmación, como el resto de lo que dice respecto a una batalla que no existió, merece algunas aclaraciones:

1.- Es cierto que en Caja Madrid, al final de la presidencia de Blesa, existieron las tensiones que ocurren en este tipo de entidades cuando llega el relevo. Pero hay que señalar que el relevo era obligatorio porque acababa el mandato previsto en unos Estatutos que no permitían más que los 3 mandatos ya habidos. Lo que oculta Francisco Mercado es que, en esa situación, Blesa intentó un cambio de Estatutos para que en la próxima elección se nombraran a los consejeros de Caja Madrid y que éstos eligieran, por cooptación y entre ellos, a un nuevo presidente, que podía ser él mismo. Tales intentos, que existieron, produjeron dos efectos inmediatos, que son relevantes aunque el diario los ignore: Las respuestas de los Presidentes del Gobierno Español (Rodríguez Zapatero) y de la Comunidad de Madrid (Esperanza Aguirre), que son las que fueron. Y la búsqueda de un nuevo Presidente.

2.- Consecuente con lo anterior, sí existió la búsqueda de alguien que presidiera Caja Madrid, pero era imposible un enfrentamiento, que no hubo, entre las candidaturas de Ignacio González, que podía haberse intentado, y la de Miguel Blesa que, con sus periodos agotados y con las opiniones/decisiones de Rodríguez Zapatero y Esperanza Aguirre al respecto, no podía seguir aspirando al puesto.

3.- Respecto a la batalla del poder, entre Esperanza Aguirre y Ruiz Gallardón para imponer un presidente en Caja Madrid, sólo decir algo que, de pura simpleza, parece obvio: para que haya batalla entre dos bandos, además de estar constituidos, han de tener voluntad de litigio. Lo cierto es que, con independencia de lo que se diga, en ningún momento hubo posibilidad de enfrentamiento. Es cierto que Esperanza Aguirre especuló con la posibilidad de que su número dos, Ignacio González, pudiera aspirar a presidir Caja Madrid y que pudo tener intereses en otras nominaciones. También se conoce que se consultó con los que tenían en aquel momento capacidad de decisión en la caja madrileña. Y que, aunque el diario El País lo confunda, la opinión de los interesados no era contraria a que Ignacio González sustituyera a Blesa.

4.- La supuesta Batalla de Ruiz Gallardón frente a Aguirre para la sustitución de Blesa y la actuación, también supuesta, de Mariano Rajoy en esa inventada contienda no fueron como aventura el diario de Prisa. Lo único que hubo se reduce a una simple opinión, del hoy ministro de Justicia, manifestada al entonces sólo presidente del partido, en una debilidad extrema tras el Congreso del PP en Valencia, recordándole el Pacto entre todas las fuerzas políticas nacionales para no politizar las Cajas de Ahorros. De la vigencia de ese pacto nació la renuncia de Ignacio González sin la intervención de Rajoy. Y es esa opinión, trasmitida de Gallardón a Rajoy, la que, según el entender de algunos, demostró la fidelidad de Gallardón a Rajoy que, con el tiempo, propiciaría confianza bastante para depositar en él la Cartera del Ministerio de Justicia.

5.- Puesta de manifiesto la «no acción» de Rajoy en una batalla que no existió, queda por añadir cómo se buscó a Rato para sustituir a Blesa e identificar a los responsables del nombramiento. Pero esa es otra cuestión. Por ahora, baste constatar un par de datos determinantes, que no cita El País y que influyeron en la elección de Rato: 1.- El Presidente del Gobierno español en aquel momento era José Luis Rodríguez Zapatero. 2.- El laborista James Gordon Brown era el Primer Ministro del gobierno de su Graciosa Majestad británica.

DERECHOS DEL FÚTBOL

En el Segundo de los apartados, derechos del fútbol, se aportan dos de los mensajes que, según El País, se intervinieron a Blesa. En uno de ellos, el más extenso, se recoge una orden, supuesta, de Ignacio González a Blesa. Textualmente, con faltas ortográficas incluidas, es el siguiente:

«Miguel , necesito urgentemente q mañana a primera hora firmes la oferta conjunta con telemadrid,tal como quedamos, para que Calderon la tenga antes del mediodía. No hay que cambiar nada, tan solo tu firma junto a la de Soriano. A Ptimera hora te llamo.Un abrazo»

El mensaje no necesita aclaraciones, tan sólo el recuerdo de algo que es conocido: La orden respecto a los Derechos del Fútbol en Telemadrid, posible y supuestamente emanada de Esperanza Aguirre, no fue obedecida y Telemadrid no se hizo con los derechos del fútbol de los equipos madrileños.

Tampoco fueron seguidas por Blesa algunas «otras sugerencias», entrecomilladas, que la entonces presidenta de la Comunidad Autónoma pudo suge-rirle, con un contenido económico muy superior a los debidos a los derechos del fútbol y para unas operaciones industriales de un calado muy superior.

Sí se intuye, sin embargo, que en aquellas fechas los intereses de Blesa, para seguir presidiendo Caja Madrid, dependían de Esperanza Aguirre, que era Presidenta de la Comunidad Autónoma, pero en mucha mayor medida también dependían de José Luis Rodríguez Zapatero, que era Presidente del Gobierno y, mucho más importante para el caso, Secretario General del PSOE.

Lo publicado por El País, casi desde su primer momento fue tomado como una madeja de corrupción, para algunos sólo posible en las filas popula-res y ajena a los socialistas, de la que las huestes que capitanea Rubalcaba podían sacar algún rédito.

A las pocas horas, quizá para disimular el apoyo del PSOE al Gobierno en el tema catalán, surgió la noticia en un medio de comunicación:

El secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha criticado al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy por «alardear de rescates exitosos» a la banca, y se ha referido en concreto a Caja Madrid, a la que ha calificado como «una caja llena de las basuras de políticos del PP». Rubalcaba se ha pronunciado así durante un desayuno informativo esta mañana en Madrid, en el que también se encontraba el secretario de Re-laciones Institucionales del partido, Antonio Hernando, que ha anunciado que van a solicitar en el Congreso de los Diputados la creación de una comisión de investigación para «dilucidar las responsabilidades políticas del PP en la quiebra» de la caja.

Aunque ya cerca de las pascuas navideñas, no es cuestión menor. Falta por saber si esa Comisión va a ser aceptada por los populares y si las responsabilidades políticas y de otros tipos se van a reducir sólo a los miembros del Partido que sustenta al Gobierno o a todos los posiblemente implicados.

Se acepte o rechace la propuesta socialista, al margen de las informa-ciones de El País y de las consecuencias que sus informaciones produzcan en el PSOE y en la actividad política nacional, cabe una afirmación que, ésta sí, es una realidad y una esperanza:

En la Audiencia Nacional ya se está investigando para juzgar y depurar las responsabilidades debidas a lo conocido como EL CASO BANKIA.

 

José Luis Heras Celemín es autor de ‘El caso Bankia’ (Ed. Club Universitario)

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