El vicepresidente tercero del Banco Santander y presidente de la Fundación Princesa de Asturias, Matías Rodríguez Inciarte, ha defendido este sábado las políticas económicas aplicadas por los distintos gobiernos que ha tenido España en los últimos años para consolidar la integración del país en la UE, y que ha considerado como «razonables en general».
Lo ha hecho durante su discurso en el acto del Colegio de Economistas de Asturias, en el que ha sido nombrado Colegiado de Honor, un distintivo que ostentará «con orgullo», ha señalado.
«Ha mostrado su agradecimiento, sobre todo, como asturiano que ve su nombre incorporado a una relación ilustre de economistas entre los que figuran tantos amigos y personas cuya trayectoria profesional admiro».
En su discurso ha explicado que España ha vivido, en los últimos cuarenta años, uno de los periodos de mayor expansión económica «gracias, por supuesto, al esfuerzo de todos los españoles pero también a la aplicación por los distintos gobiernos de unas políticas económicas, en general razonables, y con el objetivo de consolidar nuestra integración en la Unión Europea y en el euro».
Ha apoyado la economía de mercado, «con todas sus limitaciones, por ser la que proporciona a los países las mejores oportunidades de crecimiento económico y de bienestar».
«Caminamos hacia una mayor integración económica internacional y que eso que llamamos la globalización, con también todas sus dificultades, es algo que está para quedarse y a lo que nos debemos preparar», ha afirmado. Ha dejando bien claro que «para nuestro país, la integración en la Unión Europea y la defensa de nuestra participación activa en las Instituciones europeas debería ser el factor decisivo y nuclear de cualquier política económica que pueda diseñarse hacia el futuro».
LEY DE COLEGIOS PROFESIONALES
En el acto ha tomado la palabra también Miguel de la Fuente, decano del Colegio, quien ha criticado que la futura Ley de Colegios Profesionales del Gobierno central «pretenda limitar la reserva de actividad en todos los ámbitos colegiales por un objetivo económico de rebaja real del precio de los servicios profesionales».
En su opinión, la reflexión debiera de ser otra:
«¿Qué garantías legales deben ofrecer a la sociedad nuestros profesionales cuando estos ofrecen sus servicios en el mercado?».
Para de La Fuente, «no se trataría tanto de introducir barreras de entrada a las profesiones, como de limitar las actuaciones no profesionales, por falta de cualificación o ética», pues «la competencia nunca es un problema siempre que ésta sea leal y honesta».
«La colegiación es el instrumento más eficiente de control ético del ejercicio profesional para la mejor defensa de los destinatarios de los servicios y no es justificable la no colegiación en aras a una disminución de los costes por servicios profesionales».
