Los portavoces de la oposición en el Congreso han lamentado este miércoles que Europa haya «perdido la oportunidad» de hacer la reforma de la Política Agrícola Común (PAC) que el sector necesita, y los nacionalistas catalanes y vascos han criticado además la homogeneización y centralización que supone el nuevo sistema regulado por el Gobierno.
Durante la comparecencia de la ministra de Agricultura, Isabel García Tejerina, ante la comisión parlamentaria del ramo, el portavoz socialista de Agricultura, Alejandro Alonso, ha afirmado que ésta «no es la reforma que esperaban y necesitaban los agricultores profesionales españoles, han defraudado todas las expectativas». «Esta es una reforma que puede venir bien a algunos agricultores españoles, especialmente a los grandes propietarios de tierras de este país, pero se ha perdido una gran oportunidad para eliminar las injusticias del modelo anterior y para hacer una PAC al servicio de los intereses generales del país, cuya principal prioridad debe ser el empleo», ha insistido el diputado toledano, advirtiendo de que con el nuevo modelo «los agricultores cobrarán menos», sobre todo en Andalucía. Además, ha reprochado al Ejecutivo la tardanza en publicar los reales decretos de aplicación de la PAC en España –lo hizo el Consejo de Ministros del 20 de diciembre– y se ha preguntado si la aprobación de la asignación de derechos se producirá «antes de las elecciones municipales de mayo» y cuándo comenzarán a cobrarse las ayudas. JUEGO DE TRILEROSPara Alvaro Sanz, portavoz de la Izquierda Plural (IU-ICV-CHA), la negociación que se ha llevado a cabo tanto en Bruselas como con comunidades autónomas y organizaciones profesionales en España «se asemeja más a un juego de trileros que a un debate político sobre las necesidades de la agricultura europea y española».
«Se trata de una oportunidad perdida para hablar de política agraria y de desarrollo rural, y no sólo de reparto de dinero», ha lamentado el diputado aragonés, que teme además los efectos que el tratado de libre comercio que la UE está negociando con Estados Unidos pueda tener sobre los agricultores y ganaderos europeos. CENTRALISTA Y UNIFORMIZADORPor parte de CiU, el diputado Marc Solsona ha criticado que pese a que se podía haber optado por un modelo de aplicación de la PAC en España «más acorde con el estado de las autonomías», el Gobierno ha aprobado un «tótum revolútum» que será «gestionado de forma centralizada».
De forma similar opina el nacionalista vasco Joseba Agirretxea, que cree que los reales decretos recogen una propuesta «muy centralista y uniformizadora» que conculca las competencias en materia agraria y de desarrollo rural que tienen las comunidades autónomas. «Es un planteamiento conservador, se opta por el café para todos para favorecer a unas comunidades en perjuicio de otras», ha asegurado. Un extremo que ha sido negado, en el turno de réplica, por la ministra García Tejerina, que ha recordado que el Tribunal Constitucional (TC) ya sentó jurisprudencia con una sentencia que «reconoce que el Gobierno central es competente para aplicar en España la PAC». «La opción de este Gobierno ha sido hacerlo contando con todas las comunidades autónomas pero sin renunciar a sus competencias. Además, coordinar no es centralizar, sino hacer una gestión más eficiente de las ayudas en beneficio del sector», ha añadido, negando que ninguna región se vea perjudicada por el sistema implantado y asegurando que precisamente la «aplicación uniforme» de la PAC en todo el país será lo que garantice que todos los agricultores compitan «en igualdad de condiciones» y sin «distorsiones» del mercado. EVITAR SORPRESAS EN EL FUTUROEn este sentido, ha replicado a los socialistas que desde el momento en que se llegó a un acuerdo a nivel comunitario el Ejecutivo comenzó a negociar con el sector y con las comunidades en la conferencia sectorial, y que si se ha tardado en aprobar los decretos ha sido por este espíritu de «transparencia y consenso».
De hecho, ha recordado que la reforma de 2006, aprobada en 2003, no tuvo desarrollo normativo en España hasta el día anterior a su entrada en vigor, y que si ahora se ha tardado más ha sido por su «compromiso personal» de conseguir un modelo autorizado totalmente por la UE, que evite en el futuro sanciones o pérdida de recursos para las ayudas de los agricultores. Por último, la titular de Agricultura ha recordado a la Izquierda Plural que los agricultores españoles tienen más que ganar que perder con el acuerdo con Estados Unidos, ya que «es uno de los países que más interés despierta» sobre todo porque hay «más productos esperando a entrar en ese mercado que lo contrario». No obstante, se ha comprometido a proteger adecuadamente a los sectores con «menor competitividad» y también el modelo productivo de la UE. El portavoz ‘popular’ en la materia, José Cruz Pérez Lapazarán, ha expresado su «satisfacción» por las negociaciones desarrolladas en la UE «en defensa de los intereses de los agricultores y ganaderos españoles», que ha permitido dar la vuelta a la perjudicial propuesta inicial de la Comisión Europea (CE), que el Gobierno socialista anterior no discutía adecuadamente a su juicio. «La nueva PAC garantizará la seguridad y la estabilidad de los profesionales españoles en este nuevo ciclo», ha dicho el diputado, destacando por último la «muy positiva» forma de resolver la implantación de la política comunitaria en el país, homogeneizando el pago único para «no generar disfunciones en la competitividad».