Gas Natural Fenosa vuelve a ser líder de su sector –‘Gas Utilities’– en el Anuario de la Sostenibilidad 2015 que anualmente publica RobecoSAM con KPMG, en el que figuran un total de 20 empresas españolas, por lo que prácticamente se duplica la cifra del año anterior, cuando se incluyeron 11 empresas.
Así, además de la compañía gasística –que obtiene la máxima distinción sectorial (categoría Oro)–, figuran Acciona, Enagas, Iberdrola, CLH y Endesa (categoría Plata) y Repsol, Ferrovial, Banco Santander, Amadeus, ACS, Red Eléctrica e Inditex (categoría Bronce). También obtienen mención Indra, Bankia, Caixabank, Gamesa, Telefónica, Abertis y BBVA. RobecoSAM, gestora especializada en Inversión Sostenible, forma parte del consejo del Dow Jones Sustainability Index (DJSI), que reúne a las empresas con mejores criterios de sostenibilidad corporativa del mundo. Para elaborar este anuario, se analizaron cerca de 2.000 compañías y han sido incluidas 457 de los cinco continentes. Por áreas geográficas, Europa, seguida de Asia-Pacífico, es la región con el mayor número de compañías que forma parte de la selección, con 211. En la actualidad, según datos de KPMG, se calcula que más de la mitad de los principales inversores institucionales del mundo incluyen en el proceso de construcción de sus carteras criterios no financieros –principalmente ambientales, sociales y de gobierno corporativo–, elementos que, a su juicio, discriminan las empresas bien gestionadas y enfocadas a la creación de valor a largo plazo. «Los resultados han puesto de manifiesto la buena salud sostenible de las empresas españolas», añade KPMG, que destaca que la «transparencia y política fiscal ganan peso en la evaluación sobre el comportamiento responsable de las empresas». En este sentido, el nuevo informe subraya la creciente importancia de la elaboración de informes corporativos anuales útiles para el análisis de los inversores. «En una economía dónde el principal activo es la confianza, los modelos de valoración de los inversores están tratando de incluir nuevos indicadores que aporten mayor robustez y previsibilidad al análisis», detalla José Luis Blasco, socio de KPMG. «Para ello, es clave se produzca una evolución de los formatos actuales de reporting corporativo. Las compañías deben saber explicar su modelo de negocio más allá de las necesidades de tecnología y capital, incluyendo aquello que preocupa a las sociedades a las que atienden y por tanto a los que invierten en ellas», indica. El informe hace también mención a la evolución de los informes anuales hacia nuevos enfoque más integrados, capaces de ofrecer respuestas a preguntas que van a ser claves para evaluar la sostenibilidad del proyecto en el futuro. SOSTENIBILIDAD Y TRANSPARENCIAOtro de los ‘temas estrella’ para los analistas de RobecoSAM es la importancia de la política fiscal de las compañías, pues identifican como riesgo para las compañías la agresividad con la que algunas empresas internacionales han diseñado sus planificaciones fiscales, así como las consecuencias no solo reputacionales que esto conlleva.
Según Blasco, «desde 2010 venimos asistiendo a un incremento de la importancia de este tema en la agenda de reguladores y empresas. Esta mayor transparencia en los criterios de planificación fiscal, le seguirán criterios exigibles a las empresas y los inversores solo lo están adelantando». Los inversores están considerando que la integración de los factores no financieros en el análisis financiero ofrece importantes ventajas, especialmente en este momento cuando la incertidumbre es alta. Estos consideran que les permite «obtener un valor razonable que equilibra las proyecciones financieras a corto plazo», según Christopher Greenwald, Head of Sustainability Investing Research de RobecoSam. A su juicio, «estamos evolucionando desde tener en consideración tan solo la puntuación total en sostenibilidad a integrarla en su valor razonable. Se trata de una visión más matizada. Estos ajustes nos permiten supuestos financieros en un nivel más profundo y más granular». «Nos esforzamos por entender cómo el desempeño de la compañía en los factores de sostenibilidad específicos y su posicionamiento hacia las tendencias a largo plazo, influyen en nuestra visión del valor real de la empresa a largo plazo», concluye.