Miguel Carmelo, hasta ahora vicepresidente del American Business Council, ha asumido la presidencia de esta asociación empresarial en España en sustitución de Marcos de Quinto, informó la Universidad Europea.
De Quinto ha dirigido esta asociación en los últimos 4 años, hasta su reciente nombramiento como chief marketing officer de The Coca-Cola Company. Constituida en el año 1988, es la única asociación que representa en exclusiva los intereses de las compañías norteamericanas en España. Pertenecen al American Business Council las más importantes corporaciones norteamericanas en España, en concreto 53, representadas a su más alto nivel. Miguel Carmelo es, además presidente de la Universidad Europea desde el año 1999, CEO de Laureate International Universities Europa y miembro del Executive Committee de Laureate Education. Licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales por la Universidad Complutense de Madrid y doctor por la Universidad Autónoma de Madrid, comenzó su carrera en Unilever, compañía en la que desempeñó diferentes cargos desde 1982 hasta que en 1997 fue nombrado presidente y director general de Lever España. Como presidente del American Business Council, Miguel Carmelo seguirá la senda de sus predecesores, impulsando los intereses recíprocos de los Estados Unidos, España y Europa. Su objetivo, según sus propias palabras, es «compartir el orgullo de pertenecer a una élite de grandes empresas cuya capacidad de alcance e influencia, tanto en el ámbito económico, como en el social y cultural, es importante; y que este poder se traduzca en generación de desarrollo y progreso para España, Europa y los Estados Unidos». Según la Cámara de Comercio Americana y el Ministerio de Economía, las empresas estadounidenses representan el 7% del PIB español y emplean a 300.000 trabajadores en España, siendo EE.UU. el principal inversor extranjero en el país, con un stock de 43.000 millones de euros de inversión, es decir, el 17% del total de la inversión directa. A pesar de la crisis económica, los inversores estadounidenses mantienen su confianza en el potencial de la economía española, con más de 30 proyectos nuevos de inversión en empresas de alta tecnología, principalmente.
