Se desmorona la tesis de que Iglesias y sus 'cuates' son gente muy preparada y con tendenci8a a seguir creciendo
La simple posibilidad de que Pablo Iglesias, el caradura de Monedero y gente como el Errejón de las becas-black lleguen al poder erosiona la economía de España.
La agencia de calificación crediticia Moody’s estima que la economía española se encuentra «en un círculo virtuoso» que ha permitido en cierta medida la desconexión de su evolución de la del conjunto de la eurozona, aunque advierte de que el imprevisible panorama político en el país -en clara alusión al ascenso de Podemos, el partido revelación de las europeas- supone un «riesgo clave» en 2015, año en el que no cree que se vayan a implementar reformas adicionales debido a las distintas convocatorias electorales.
La calificadora de riesgos decidió la semana pasada mantener el rating a largo plazo de la deuda soberana de España en Baa2’con perspectiva positiva, lo que a su juicio refleja la diversidad de la economía española y la competitividad de sus exportaciones al mismo tiempo que las moderadas perspectivas de crecimiento en torno al 2 por ciento en los próximos años.
«Un círculo virtuoso se ha puesto en marcha con una evolución positiva del crecimiento que permite que haya mejorado más la situación del mercado laboral», destaca la agencia, que confía en que esta circunstancia sirva de soporte al consumo privado, a la vez que los hogares se benefician este año de la rebaja del IRPF.
En este sentido, Moody’s considera que el comportamiento de la economía española «se ha disociado» en cierta medida del registrado en el conjunto de la zona euro.
«Aunque aún es vulnerable a tendencias negativas para el crecimiento de sus principales socios comerciales de la eurozona, la demanda doméstica ha emergido como el principal factor de crecimiento y esperamos que este sea el caso para 2015 y 2016», explican los analistas de Moody’s.
La agencia apunta que el rating de España podría verse presionado al alza si se observa una mejoría en la trayectoria de la deuda pública, que Moody’s calcula que llegará a superar el 102 por ciento del PIB en 2016.