El conglomerado francés de ingeniería y energía nuclear Areva, controlado por el Estado en un 87%, ha sufrido pérdidas por importe neto de 4.834 millones de euros al cierre de 2014, lo que prácticamente supone multiplicar por diez los ‘números rojos’ de 494 millones registrados por la compañía el año anterior.
Areva, que acumula cuatro ejercicios consecutivos en pérdidas tras el impacto negativo que para la industria nuclear representó el desastre de Fukushima (Japón), anunció que implementará un plan de mejora de la competitividad con el que espera lograr para 2017 un ahorro de costes de 1.000 millones de euros anuales. La compañía francesa, que no informó de recortes de su plantilla, subrayó que el éxito de este plan de ajuste dependerá de la simplificación de la organización y la mejora en la calidad de las operaciones. «La magnitud de las pérdidas de 2014 ilustra el desafío de Areva ante el persistente estancamiento de la industria nuclear, la falta de competitividad y las dificultades para gestionar riesgos en grandes proyectos», declaró Philippe Knoche, consejero delegado de Areva. De este modo, la compañía gala reducirá sus inversiones de capital entre 2015 y 2017 a menos de 3.000 millones de euros, frente a los 4.600 millones gastados entre 2012 y 2014. Asimismo, Areva llevará a cabo un plan de venta de activos «más agresivo» que el anunciado el pasado mes de octubre, aunque no ofreció más detalles, además de expresar su intención de revisar su asociación estratégica con EDF. En el conjunto del ejercicio 2014, la cifra de negocio de Areva retrocedió un 8%, hasta 8.336 millones de euros, mientras su resultado bruto de explotación (Ebitda) disminuyó un 25,8%, hasta 735 millones. Por su parte, la deuda neta de la compañía aumentó un 30%, hasta 5.809 millones.
