Ebro Foods ha realizado un ajuste de 5,6 millones de euros en su beneficio del ejercicio 2014, que ascendió a 151,6 millones de euros, para hacer frente a un eventual impacto por la multa impuesta al sector lácteo por la Comisión Nacional del Mercado y de la Competencia (CNMV).
Este ajuste se debe a la eventual responsabilidad de Ebro por la sanción impuesta por el ‘superregulador’ a Puleva Food, que fue vendida a Lactatis en 2010. Así, la compañía señala que, en virtud de los compromisos asumidos frente a Lactatis en la venta de su negocio lácteo, podría estar obligada a indemnizarla «por una parte de la sanción que, en su caso, resulte finalmente impuesta a Puleva». El grupo alimentario añade que, sin perjuicio del resultado de los recursos que se puedan interponer contra el fallo de la CNMC y a pesar de que la responsabilidad que le corresponde frente a Lactatis está aún por determinar, ha acordado este ajuste en sus resultados de 2014 para reflejar «el eventual impacto que esta situación sobrevenida podría llegar a tener para la sociedad». Así, este reflejo contable se traduce en que el resultado neto del ejercicio del año pasado se ve minorado en 5,6 millones de euros, quedando fijado en 146,01 millones de euros, mientras que el resultado bruto de explotación (Ebitda) no se ve alterado. Además, estos ajustes no tienen incidencia en su propuesta de dividendo. El pasado 3 de marzo, la CNMC impuso multas por un importe total de 88,2 millones de euros a nueve empresas y dos asociaciones que operan en el mercado de aprovisionamiento de leche cruda de vaca en España por haber participado en «conductas anticompetitivas que infringen la legislación de competencia». Esta multa afectaba a Danone, la más sancionada con 23,2 millones de euros, Corporación Alimentaria Peñasanta (21,8 millones de euros), Grupo Lactalis Iberia (11,6 millones de euros), Nestlé España (10,6 millones de euros) Puleva Food (10,2 millones) y Calidad Pascual (8,5 millones de euros), entre otras.
