La empresa industrial ha aumentado en 2013 su productividad y ha mejorado su internacionalización, de manera que se prevé que en el año 2020 el sector recupere el 20% del peso total que tenía en la economía, según reflejan los datos de la Encuesta sobre Estrategias Empresariales 2013, presentada este martes por la Fundación SEPI (Sociedad Estatal de Participaciones Industriales).
La evolución de las ventas en términos reales ha sido positiva, con un aumento del 2,9% en 2013, frente a la caída del 1,1% del ejercicio anterior. Esta mejora de la actividad industrial viene determinada sobre todo por el mejor comportamiento de la demanda, ya que todos los costes han evolucionado al alza, tanto los laborales como los intermedios. El número de empresas ha crecido en el ámbito industrial, con un 60% de incremento en el caso de las pymes. Asimismo, el porcentaje de ventas exportadas en el caso de las grandes empresas ha supuesto un 40% y un 20% para las pymes. Estos datos reflejan la necesidad, por un lado, de aumentar la cuota de mercado y de incrementar la capacidad de penetración en los mercados internacionales, respectivamente. La Fundación SEPI ha destacado la importancia de la innovación y de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), las cuales han registrado un aumento del 70% en las grandes empresas, mientras que en las pymes ha caído un 25%. La encuesta ha contado este año con un nuevo instrumento, el Indice de Competitividad de la Empresa Industrial (Icempi), creado en el ámbito 2007-2013 para realizar un análisis de toda la crisis y, sobre todo, en aquellas dimensiones que tienen que ver con las fuerzas competitivas de mercado. Este ha sido concebido no solo como una herramienta para las empresas, sino también para ser tenida en cuenta en el proceso de decisiones del sector público. En este sentido, ha sido posible identificar determinadas debilidades, en especial en la pyme industrial, en relación a su estructura, con una menor densidad de empleo y la débil intensidad del conocimiento e innovación, lo cual debilita la recuperación. NUEVOS RETOS. La empresa industrial evoluciona y se sitúa en un nuevo escenario dentro del cual debe afrontar nuevos retos para mantener su competitividad. En este sentido, la encuesta refleja la necesidad de incorporar más tecnología a las empresas y más prácticas de comercio electrónico. Asimismo, es «urgente» transformar la estructura de las compañías e incorporar las nuevas formas de dirección y gestión, «como nuevos contratos que sustituyan la competitividad por un trabajo más continuo y una mayor participación de los trabajadores en el proceso de toma de decisiones». La importancia de la formación de las personas que forman parte de la empresa es también fundamental para que su recuperación se estabilice, ya que el sector industrial aun cuenta con un «esquema formativo a nivel de secundaria». Además, la SEPI considera imprescindible, sobre todo para las pymes, la utilización de los efectos de red para generar economías de escalas para emprender e innovar.
