La directora general de Política Energética y Minas, Teresa Baquedano, ha anunciado la posibilidad de que se realice una nueva subasta de incentivo eléctrico –el denominado servicio de interrumpibilidad– «antes de verano de 2015». El cambio de sistema de subastas ha creado incertidumbre en el establecimiento de los precios, pero en base a este sistema se trabajará para hacer modificaciones y pasar a un sistema de precios predecibles, ha añadido.
En el foro ‘La importancia del coste energético en la competitividad de la industria española’, organizado por la Asociación de Empresas con Gran consumo de Energía (AEGE) celebrado este miércoles, Baquedano ha señalado que se tratará de subastas «por productos y a largo plazo». Asimismo, la responsable de Industria ha valorado tanto la necesidad como la utilidad de este sistema, que debe ser eficiente y, por lo tanto, el coste será así un precio real de mercado. Además, ha destacado que la reforma ha logrado un equilibrio entre costes y precios y el consumo se ha visto reducido, sobre todo en el ámbito doméstico. En esta línea, valora que el sector se encuentra en un contexto estable, que le permitirá afrontar el futuro con precios más competitivos. Por su parte, la secretaria de estado de Industria y Pymes, Begoña Cristeto, ha destacado la necesidad de disponer de precios de energía que permitan a las empresas españolas competir en el exterior. En este contexto, ha señalado que el Gobierno tiene como reto poner en marcha medidas que permitan «disponer de un más amplio y eficaz sistema eléctrico». SUMISTRO COMPETITIVO, EFICAZ Y PREDECIBLE. Las empresas españolas necesitan precios adecuados para ser competitivos en el mercado exterior. Esta es la idea clave que han compartido las empresas y la Administración Pública durante la jornada. Así, la presidenta de AEGE, Esther Alonso, ha hecho hincapié en la necesidad de la industria de disponer de un suministro eléctrico competitivo, eficaz y predecible, el cual supondría un importante estímulo para el impulso del desarrollo del sector. Las inversiones de las empresas con gran consumo de energía son a largo plazo, por lo que han afrontado una serie de reformas desde el año 2009, lo que ha reforzado su posición competitiva, ha manifestado Alonso. Además, ha asegurando que han hecho «los deberes», por lo que ahora es el momento de «impulsar actuaciones políticas» que favorezcan la presencia de estas compañías en España a largo plazo. Para ello, se debe tratar de implementar las medidas del resto de países europeos, como la contratación bilateral, una compensación de costes indirectos de CO2 acorde con lo que realmente se traspasa al consumidor final, una reducción de costes de transporte y una exención al régimen fiscal vigente, –del 7% que se carga actualmente al mercado eléctrico–, ha señalado Alonso. Los representantes de la industria electro-intensiva como el presidente de Ferro Atlántica, Pedro Larrea, y el consejero delegado de Attlantic Copper, Javier Targhetta, han coincidido en señalar en sus intervenciones que el precio del suministro eléctrico es más elevado en España que en otros países europeos como Francia y Alemania, lo que supone un lastre para la competitividad de la industria española. En esta pérdida de competitividad han influido algunas de las decisiones implementadas en el sector, como el aumento de la fiscalidad sobre el mercado eléctrico, la insuficiencia de las medidas de apoyo para la compensación de costes del CO2 y los ajustes realizados en el servicio de gestión de la demanda de interrumpibilidad. En este sentido, el consejero delegado de Gerdau Europa, José A. Jainaga, ha resaltado la necesidad de que los precios sean además visibles a medio y largo plazo para que sea posible realizar proyecciones fiables de los resultados de los negocios españoles.
