Codere elevó sus ‘números rojos’ un 30% en el primer trimestre de este año, hasta los 35,7 millones de euros, por la devaluación del euro frente al dólar que generó pérdidas derivadas de la apreciación de la deuda en dólares, según ha informado este jueves la compañía, afectada por el proceso de reestructuración y sus gastos asociados.
El grupo de juego privado alcanzó una facturación de 396,8 millones de euros, con un incremento del 20%, debido a los mayores ingresos en Argentina, por la apreciación del peso argentino frente al euro conjugada con la inflación en moneda local en México. El resultado bruto de explotación (Ebitda) ajustado alcanzó los 69,9 millones de euros, un 45% más, batiendo las previsiones de la compañía, que se situaban entre los 58 y 61 millones de euros. El Ebitda ajustado no incluye los gastos derivados del proceso de reestructuración financiera. La compañía mejoró su margen de Ebiyda ajustado, alcanzando un 17,6% en el primer trimestre, 2,9 puntos porcentuales por encima del mismo periodo en 2014, resultado de la mejora de márgenes en sus principales mercados gracias a los proyectos de mejora y eficiencia desarrollados en los dos últimos ejercicios, paliadas en parte por el aumento de tasas en Italia. Consecuencia de estas mejoras y de la evolución del tipo de cambio, el resultado de explotación alcanzó los 33,7 millones de euros frente a los 13,5 millones de un año antes. Según ha explicado la firma, las ganancias en el beneficio de operación se vieron compensadas por pérdidas financieras por tipo de cambio derivadas del mayor valor en euros de la deuda en dólares y por mayores impuestos de sociedades en nuestras operaciones locales por los mejores resultados operativos. En este contexto de reestructuración, las inversiones registradas a cierre del trimestre alcanzaron los 10,5 millones de euros, de los cuales 8,2 millones se corresponden a mantenimiento y 2,3 millones a crecimiento. En relación al proceso de reestructuración financiera, tanto la compañía como sus acreedores continúan con los trabajos de implementación del ‘Lock up Agreement’.
