Orange ha mostrado su satisfacción con la aprobación de la Comisión Europea a la compra del operador español Jazztel por 3.400 millones de euros, aún sujeta a la aprobación por parte de la CNMV, y ha asegurado que los compromisos adquiridos para lograr el ‘visto bueno’ de Bruselas no alterarán los objetivos previstos de sinergias, convergencia y despliegue.
Bruselas ha aprobado este martes la operación bajo el compromiso de la firma gala de vender activos de fibra redundantes, así como acceso del comprador a la red de nacional de cobre de Jazztel y a su propia red de móvil, incluyendo servicios de 4G. Fuentes del mercado han indicado a Europa Press que la compañía cuenta, tras la aprobación de Bruselas, con un periodo de seis meses para alcanzar un acuerdo con un operador interesado en estos activos. En cuanto a los candidatos, tanto la cuarta compañía de móvil con red propia en España controlada por TeliaSonera, Yoigo, como el operador móvil virtual (OMV) cotizado Másmóvil han manifestado su interés por estos activos y han participado en algún encuentro en el que ha estado presente el regulador europeo en el marco del análisis. Para Orange, con estos compromisos «equilibrados» se responde a la pretensión de la Comisión Europea de mantener la «intensidad» competitiva del mercado fijo en España, al tiempo que se preservan sus objetivos tras la compra. En este sentido, el operador ha recordado que venderá infraestructura de red de fibra, que abarca 720.000 hogares, y que incluye fundamentalmente accesos redundantes entre las redes existentes de Orange y Jazztel. «Las condiciones de esta venta garantiza que no será necesario ningún despliegue de fibra en las áreas cedidas», ha matizado el grupo. SINERGIAS POR 1.300 MILLONESLa propuesta para comprar Jazztel tiene como objetivo dar lugar al al segundo mayor operador de banda ancha fija y uno de los jugadores «más dinámicos» en el mercado móvil español, ha manifestado la firma, que ha reiterado su intención de acelerar «significativamente» el despliegue de fibra en los próximos años de forma que a finales de 2016 pueda llegar a más de 10 millones de hogares españoles.
La firma ha recordado que con este acuerdo espera lograr sinergias totales de cerca de 1.300 millones de euros gracias sobre todo a ahorros en costes de operación y en inversiones en red. Orange ha explicado que el análisis de Bruselas, que contó con una interacción «constructiva» por parte de Orange, ha sido «particularmente complejo» debido a la rápida evolución de los mercados en España hacía el modelo convergente de fijo y móvil, el despliegue de fibra ultra-rápida y de la creciente demanda de los consumidores por servicios de mayor valor añadido. Así, si bien la operación se notificó a la Comisión Europea el 16 de octubre de 2014 y esta abrió una investigación pormenorizada en diciembre del pasado año, no ha sido hasta este martes cuando el regulador comunitario ha dado ‘luz verde’ a la compra. En este sentido, la Comisión Europea ha destacado este martes la estrecha colaboración mantenida con la autoridad española de competencia, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).
