Los precios de la gasolina y del gasóleo han registrado descensos del 0,3% y del 0,1%, respectivamente, durante la última semana, si bien continúan cerca de los máximos anuales alcanzados a comienzos de mes, según datos recogidos por Europa Press a partir del Boletín Petrolero de la Unión Europea (UE).
En concreto, el litro de gasolina se sitúa en 1,31 euros y suma dos semanas a la baja, frente a los 1,317 euros de comienzos de mes, cuando este carburante alcanzó su precio máximo anual. La gasolina cuesta en la actualidad un 17% más que a mediados de enero, momento en el que inició la secuencia de subidas que interrumpió las fuertes bajadas iniciadas a mediados del año pasado. Su precio actual es un 7,4% inferior al registrado en la misma semana de 2014. En cuanto al gasóleo, el litro cuesta de media 1,202 euros en los surtidores y suma tres semanas consecutivas por encima del umbral de los 1,2 euros. Este combustible alcanzó la semana pasada el máximo anual, con 1,204 euros. El gasóleo cuesta en la actualidad un 13,8% más que a comienzos de enero, pero un 9,2% menos que en la misma semana del año pasado. Su evolución de precios ha sido similar a la de la gasolina. Con los niveles actuales, llenar el depósito medio de 55 litros de gasolina requiere 72 euros, unos 8 euros más que al inicio del año, mientras que el de gasóleo cuesta 66,1 euros, también 8 euros más que a principios de enero. Esta evolución de precios coincide con un momento en el que el precio del barril de petróleo Brent, de referencia en Europa, cotiza en torno a los 65 dólares, dos dólares menos que hace una semana. PRECIOS EN LA UE. Los carburantes cuestan en España menos que en la media de la UE, donde el precio de venta al público del litro de gasolina se sitúa en 1,474 euros y en 1,487 euros en la zona euro. Por su parte, el litro de gasóleo cuesta 1,311 euros de media en la UE y 1,273 euros en la eurozona. El menor nivel de precios finales con respecto a los países del entorno se debe a que España, pese a las subidas del IVA, a los mayores impuestos y a los nuevos gravámenes al biodiésel, sigue contando con una menor presión fiscal.
