"No existen referencias anteriores ni experiencias similares de mantenimiento de una estructura de esta altura y dimensiones"
La reforma del Edificio España, en Madrid, no va a ser tarea fácil. Tras un primer acuerdo con la Comisión Local de Patrimonio que establecía que la fachada y las alzadas laterales debían conservarse intactos, su dueño, el grupo chino Dalian Wanda, ha presentado una nueva alternativa. Y es que, según su informe, los materiales están tan deteriorados que la única opción posible es desmontar, demoler y rehacer las partes protegidas ‘a imagen y semejanza’.
Según ‘El Economista’, Madrid dio luz verde definitivamente aprobando la modificación del plan urbanístico que daba viabilidad a la reforma del Edificio España el pasado mes de enero. Entonces se puso en marcha el proceso para reconvertir el inmueble en un gran centro comercial, un hotel y viviendas de lujo. Para ello, Wanda activó la fase de análisis para planificar su demolición.
«Inviable en condiciones de seguridad»
El resultado es, según recoge hoy el diario El País, que
«la consolidación de la fachada es inviable en condiciones de seguridad.
Esto se debe a las malas condiciones de los materiales que se emplearon para la construcción del edificio, que se hizo en una época «en la que no había acceso a materiales de calidad». Así, afirman que «la mayor parte de los lienzos de fachada -de ladrillos y piedra artificial- están deteriorados y al final de su vida útil». Además, añaden, hay que tener en cuanta el riesgo de que el inmueble está situado «en pleno centro» de la ciudad.
Ante esta situación, el grupo del magnate Wang Jianlin solo ve ‘salvable’ en su estado actual la parte baja de la fachada y ha propuesto desmontar el edificio y reconstruir «preservando su imagen y valor paisajístico, algo de lo que sí existen precedentes y experiencias previas validadas en la cultura arquitectónica y de protección del patrimonio».
Tanto el Gobierno regional como el Ayuntamiento madrileño, entonces del PP, respaldaron el proyecto de Dalian Wanda a través de la Comisión Local de Patrimonio. Lo que se acordó para que el proyecto pudiera salir adelante fue reducir la protección del edificio de grado 2, «estructural», a grado 3 parcial, «admitiendo un nuevo régimen de obras (obras de demolición parcial y las obras de sustitución)».
El argumento que aportaron fue que de esta forma se ponía en valor «un edificio muy degradado durante los últimos años debido a su inactividad». Sin embargo, ahora el grupo chino podría no tenerlo tan fácil para sacar adelante su nueva propuesta ya que el Consistorio, en manos de Ahora Madrid desde el mes de mayo, ya ha expresado su rechazo al desmontaje de la fachada.
«Entre los planes del Ayuntamiento no está autorizar la demolición de la fachada», indica el rotativo citando a fuentes municipales.
