Todos hemos oído hablar de trucos para ahorrar en la factura eléctrica y ser, de paso, más respetuosos con el medio ambiente, pero en ocasiones estos consejos incluyen horarios imposibles para poner la lavadora o cocinar, por lo que terminan siendo inviables en nuestro día a día. ¿Cuáles son, entonces, aquellos trucos que suponen realmente un ahorro y no nos obligan a hacer grandes cambios en nuestros hábitos?
Para empezar, algo sabido por todos, un buen aislamiento y ventanas de doble acristalamiento garantizan que podamos mantener la temperatura de nuestra casa en invierno. Lo ideal es mantener la calefacción a menos de 20 grados, por cada grado por encima de esa cifra gastaremos un cinco por ciento más de energía. No colocar muebles, cortinas u otros objetos delante de los radiadores, porque absorberán parte del calor y se repartirá peor por la habitación, y evitar ventilar abriendo ventanas durante más de diez minutos, son otras formas sencillas de evitar un gasto extra.
En cuanto a los electrodomésticos, hay que fijarse bien en su etiquetado energético antes de adquirirlos, ya que nos informa en una escala de siete letras (de la A más eficiente a la letra G, menos eficiente) del gasto de energía que estos aparatos supondrán. Así, una lavadora de clase A consumirá menos de la mitad que otra de clase E, aportándonos un ahorro económico significativo a lo largo de su vida útil.
También es fundamental comparar distintas tarifas y condiciones de las compañías eléctricas, algunas de ellas nos darán información sobre cómo ahorrar luz , aunque lo ideal es decantarnos por aquellas que tengan tarifas claras y un servicio personalizado de atención al cliente, para no volvernos locos descifrando las facturas.
Otras cosas que podemos hacer: lavar la ropa en frío o a baja temperatura, ya que el noventa por ciento de la electricidad que consume la lavadora es para calentar el agua; evitar mantener la puerta de la nevera abierta más de lo necesario (ahorramos un 5%) y no meter alimentos calientes; o colocar el aire acondicionado en una zona sombreada, ya que al sol su consumo es mayor. Si seguimos estos sencillos consejos, tanto el planeta como nuestro bolsillo nos lo agradecerán.