A día de hoy, productos de nombre tan sugerentes como la Sal De Rochelle, son utilizados por la industria para la fabricación de chips.
¿Qué dirías si te hablamos del Tartrato Sódico Potásico o más comúnmente conocido como Sal de Rochelle? Seguramente no te suenen de nada, pero en el mundo de la industria es un material usado para diversas funcionalidades.
Tártaros Gonzalo Castelló es el líder mundial en sales tartáricas que obtiene de los restos del vino y que, actualmente, tiene como socio a Mitsubishi, la cual utiliza la sal para la obtención de chips.
La Sal de Rochelle es un material natural que se obtiene a partir del ácido cristalino natural que se deposita en las paredes de los depósitos de las bodegas.
Tártaros Gonzalo Castelló, compañía afincada en Novelda, cuenta con más de 100 años de experiencia en la comercialización de la materia prima tartárica y actualmente exporta, desde sus fábricas de Salinas en Alicante, las sales tartáricas a más de 50 países de los cinco continentes, vendiendo el producto a grandes multinacionales electrónicas, de alimentación y farmacéuticas, controlando el 50% de la producción de todo el mundo. Gracias a ello, hace unos años la japonesa Mitsubishi puso su mirada en la compañía convirtiéndose en socios.
Pero, ¿qué usos se le da a la Sal de Rochelle?
Son muchas y variados las aplicaciones que se le da a este material. Resulta casi imposible pensar como de la uva pueda acabar siendo un microchip.
La Sal de Rochelle se utiliza además para el tratamiento de metales, el plateado de espejos, en la industria microelectrónica, como retardante del fraguado del yeso y cemento o en el efecto piezoeléctrico.
Aunque también se usa en la conservación de la carne, en la industria farmacéutica, en la pasta de dientes o incluso en el papel de cigarrillos (dentro del proceso regulador de la combustión o en la industria alimentaria (dentro de la fabricación de pectinas y gelatinas).
